Las autoridades neoyorquinas piden al gobierno federal a que acelere los permisos de trabajo tras la avalancha de migrantes.
Por lo que el alcalde de la ciudad, el demócrata Eric Adams, ha empezado a enviar inmigrantes a otras localidades del estado de Nueva York para “descomprimir” las infraestructuras de acogida, pese a la oposición de comunidades receptoras, informó que evalúa limitar la estancia en los alojamientos a cuatro meses.
También evalúa utilizar gimnasios de colegios públicos y hasta hangares del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK) para alojar a los nuevos llegados.
Solo la semana pasada llegaron a esta ciudad de la costa este más de 5 mil 800 migrantes y la anterior otros 4 mil 200, según Adams, para quien la “ciudad está pagando por un problema nacional”.
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