Este martes, la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia, volvió a causar preocupación después de que la agencia atómica de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hallara minas en su perímetro y Kiev alertara de riesgos para la seguridad nuclear y radiológica asociados con el cambio del estado de uno de los seis reactores.
Dichas minas fueron halladas por los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) desplegados de forma permanente en la planta en una zona de amortiguamiento y entre el perímetro interno y eterno de la central que las tropas rusas tomaron el 4 de marzo de 2022.
Además, OIEA considera que “cualquier detonación de estas minas no debería afectar la seguridad nuclear ni los sistemas de seguridad de la central”, pero subraya que en todo caso su presencia “es incoherente con los estándares de seguridad”.
Por su parte, Rusia afirma que se trata de una decisión militar y que las minas se encuentran en un área restringida al personal de la planta, además de estar “a espaldas” de la central.
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