Este martes el derechista Santiago Peña asumió la presidencia de Paraguay, terminando con el gobierno de su predecesor Mario Abdo Benítez, y del vicepresidente, Hugo Velázquez.
Peña, con 44 años de edad, quien es ahora el presidente 51° de Paraguay, llamó a generar consensos y manifestó su aspiración de convertir a su país en “protagonista en el concierto de las naciones“, por cuenta de su acceso al agua, su seguridad alimentaria y suficiencia energética.
Santiago, quien se convirtió en el presidente más joven que ha tenido dicho país en la era democrática, perteneciente al Partido Colorado, fue investido ante centenares de invitados, entre ellos seis jefes de Estado, incluido el rey de España, Felipe VI; para presenciar el momento en el que el exmandatario Mario Abdo Benítez entregara su banda y bastón de mando al titular del Congreso, Silvio Ovelar.
“Hoy asumo con honor la responsabilidad de servirlos como su mandatario. Me dirijo a ustedes con humildad y determinación, y me comprometo a sostener y consolidar las competencias necesarias para gobernar con éxito”, dijo Peña tras recibir de Ovelar la banda presidencial y el bastón de mando.
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