La Oficina de Derechos Humanos de la ONU pidió este lunes que se retiren las enmiendas a la ley contra la prostitución aprobadas el pasado sábado por el Parlamento de Irak, en las que se criminalizan las relaciones homosexuales y las expresiones transgénero.
Según la oficina de Naciones Unidas, esta reforma legal es contraria a varios tratados y convenios relativos a las libertades fundamentales ratificados por Irak, entre ellos el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, por lo que “debe ser retirada”.
Las enmiendas suponen que quienes sean acusados de tener una relación homosexual se enfrentarán a penas de entre 10 y 15 años de cárcel, mientras que quienes “promuevan la homosexualidad” serán condenados a un mínimo de siete años de prisión y a pagar una multa.
Asimismo, la nueva ley castiga con penas de cárcel de hasta tres años a quienes accedan a tratamientos de reasignación de sexo o a los médicos que los realicen, y con penas de cárcel de hasta tres años o multas a quienes se vistan con ropa asociada al género opuesto.
Además, la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk aseguró que hay numerosas pruebas de que esta ley “legitima los prejuicios, expone a las personas a delitos motivados por el odio, abusos policiales, acoso, intimidación, chantaje y tortura“.
También advirtió que supone la denegación de acceso a las personas del colectivo LGTBI a servicios básicos como la atención sanitaria, la educación y la vivienda.
El domingo, 28 de abril, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, también mostró su preocupación por la aprobación de esta reforma legal y reiteró el compromiso de la Unión Europea para “evitar y denunciar toda forma de discriminación”.
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