El presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró este miércoles el estado de emergencia en el territorio francés de Nueva Caledonia, donde los disturbios contra una reforma del censo electoral dejaron al menos cuatro muertos desde el lunes, así como cientos de heridos.
La presidencia francesa, indicó que la “violencia es intolerable y será objeto de una respuesta implacable para garantizar el restablecimiento del orden”, precisando que un inminente Consejo de Ministros aprobaría el estado de emergencia.
Las protestas comenzaron el lunes, cuando la Asamblea Nacional, cámara de diputados francesa, empezó a debatir en París la reforma del censo electoral, finalmente aprobada el miércoles poco después de medianoche.
Esto debido a que los independentistas consideraron que la ampliación del censo electoral, permitiendo votar a los radicados más recientemente, llevará a reducir la influencia proporcional de los pobladores originarios canacos en las instituciones locales, que disponen de amplias competencias transferidas por París.
Tras una primera noche de graves disturbios, con incendios, saqueos y disparos contra la policía, las autoridades del territorio impusieron un toque de queda, prohibieron las reuniones públicas y cerraron escuelas y el principal aeropuerto; por su parte la presidencia francesa indicó que murieron cuatro personas, entre ellos un gendarme que estaba herido de gravedad.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, afirmó este miércoles que propondrá “en las próximas horas” una fecha a ambas partes para una reunión en París para “construir” una “solución política global”.
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