El número de fallecidos debido a las fuertes tormentas y tornados que azotaron el centro de Estados Unidos durante el fin de semana ha aumentado a quince, incluidos cuatro niños, según informaron las autoridades la noche del domingo.
Las tormentas, que causaron cortes de energía y obligaron a muchas personas a buscar refugio, afectaron severamente a estados como Texas, Oklahoma, Arkansas, Kentucky, Missouri y Ohio, entre otros. Texas fue el estado más afectado, donde el gobernador Greg Abbott declaró estado de desastre en más de un tercio de los condados.
Abbott informó en una conferencia de prensa que las tormentas se cobraron la vida de siete personas en Texas, incluidos cuatro niños, y dejaron al menos 100 heridos. “Estamos atravesando una pérdida de vidas desgarradora, incluida la angustia de una familia que perdió a sus niños de 2 y 5 años”, señaló el gobernador. Añadió que las autoridades continúan buscando entre los escombros para asegurarse de que no haya desaparecidos.
Además, decenas de viviendas fueron destruidas y miles de ciudadanos se encuentran sin suministro eléctrico debido a las condiciones climáticas adversas.
En Arkansas, las autoridades informaron la muerte de cinco personas, incluida una mujer de 26 años encontrada fuera de una casa destruida en Olvey, una pequeña comunidad en el condado de Boone. En Oklahoma, dos personas murieron, y en Kentucky se registró otra víctima fatal a causa de las tormentas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió que el sistema de tormentas que está causando el clima severo se moverá este lunes hacia Carolina del Norte y Virginia.
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