La Fiscalía General del Estado informa el inicio de una carpeta de investigación, en contra de funcionarios de la pasada administración, por su probable negligencia u omisión en los trabajos de confronta de perfiles genéticos relacionados con la joven Francisca Mariner, reportada como desaparecida el 22 de junio de 2020, cuyos restos fueron identificados mediante pruebas de ADN, luego de permanecer más de cuatro años en el Servicio Médico Forense, en este municipio.
Cabe destacar que el cuerpo de Francisca Mariner fue encontrado un mes después de su desaparición, el 21 de julio de 2020, en un área verde de la Supermanzana 105, entre avenida Francisco I. Madero con calle Caranbachel, de este municipio; la causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico por proyectil de arma de fuego.
El primer análisis de genética forense, practicado por especialistas forenses de la pasada administración, con una muestra de sangre de la madre de la víctima fue realizado el 26 de enero de 2022, confrontándolo con el perfil de los cadáveres sin identificar, con resultado negativo.
En marzo de ese mismo año, reciben un perfil genético más completo, con el que realizan una confronta genética de los familiares, arrojando resultado negativo.
PRUEBA EN 2023
Asimismo, el 1 de abril de 2023, obtienen una nueva muestra con la que elaboran otro perfil, con los que realizan, una vez más, la confronta con los perfiles genéticos de los familiares, arrojando resultado negativo. Hubo una confronta de perfiles directa con la madre de la víctima, en la que tres de los 24 indicadores no coincidieron, por lo tanto, descartaron relación por maternidad.
Por último, el 22 de noviembre del año en curso, llevan a cabo una nueva confronta con el perfil genético obtenido de una muestra de sangre de la hija de la víctima, arrojando coincidencia genética.
Tras las diligencias correspondientes, el cuerpo fue entregado a sus familiares, quienes encabezan el Colectivo Madres Buscadoras de Quintana Roo.
Francisca Mariner era buscada desde hace más de cuatro años, tiempo en el cual detuvieron a su expareja, identificado como Ángel Conrado “N”, como responsable de su desaparición; en octubre del año en curso fue declarado culpable y condenado a 50 años de prisión, por el delito de desaparición de personas cometida por particulares.
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