Un informante de Villas Otoch Paraíso en Cancún dio el aviso al 066 tras descubrir al plagiado cubierto y amordazado; fueron cuatro los secuestradores
CANCÚN, Q. Roo.- Una persona que permanecía secuestrada en una casa de seguridad ubicada en la peligrosa Región 259 del municipio de Benito Juárez fue rescatada este domingo 19 de septiembre en medio de una fuerte movilización policíaca.
Todo el operativo armado que sorprendió a los habitantes del fraccionamiento Villas Otoch Paraíso se derivó por una llamada de auxilio que se recibió en el número de emergencia 066 a las 12:30 del mediodía. En ella se denunciaba que una persona del sexo masculino permanecía privada de su libertad y amordazada dentro del lote 14, casa 22, manzana 105, Región 259.
El informante detalló que estaba lavando ropa en la parte trasera de su casa cuando escuchó que una persona pedía auxilio desde el interior de una vivienda contigua. Observó que el sujeto tenía la cabeza cubierta, las manos amarradas y la boca amordazada con cinta canela.
Al sitio acudieron efectivos de la Policía Judicial del Estado, Gendarmería Federal y Secretaría Municipal de Seguridad Pública quienes, ante la mirada atónita de niños y padres de familia, rodearon la casa y tomaron las inmediaciones del estacionamiento con vehículos y elementos pie a tierra.
Así se logró el rescate con vida del empresario con iniciales J. G. C., de 30 años de edad, originario de Comalcalco, Tabasco, quien informó a los uniformados que quienes lo plagiaron eran tres hombres y una mujer con un lunar en la cara, de aproximadamente 1.55 metros de estatura. Sin dar mayor información, dijo que lo golpearon en el rostro en varias ocasiones y que lo llevaron a ese domicilio.
La Fiscalía General de Justicia ha tratado el caso con total hermetismo, por lo que se desconoce si se realizaron aprehensiones en el lugar de los hechos. “No hay información todavía, estamos trabajando en eso. La naturaleza del caso es delicada, pero espero que al rato o mañana lunes ya tengamos algo más concreto”, aseguró una fuente de la FGE.
Fotos: Francisco Javier Robles
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