La madrugada del sábado 8 de noviembre de 2025 marcó un giro en una de las investigaciones más emblemáticas del país. Fue detenido en Tijuana el exagente del Cisen, Jorge Antonio Sánchez Ortega, señalado como presunto segundo tirador en el asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, ocurrido en 1994.
La aprehensión fue realizada por la Policía Federal Ministerial en la colonia Los Reyes, en Tijuana, Baja California, específicamente entre las calles Rey Carlos y Rey Baltazar, sobre la avenida de los Reyes.

De acuerdo con los primeros reportes, Sánchez Ortega fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en esa ciudad fronteriza, aunque hasta el momento no se han precisado los motivos exactos de su detención.
Sánchez Ortega había sido arrestado inicialmente el 23 de marzo de 1994, el mismo día del homicidio de Colosio en Lomas Taurinas. En aquel entonces, su chamarra presentaba manchas de sangre y las pruebas de rodizonato —que detectan residuos de pólvora en las manos— resultaron positivas, lo que generó sospechas sobre su posible participación directa en los hechos.

Sin embargo, fue liberado al día siguiente por la entonces Procuraduría General de la República (PGR), que sostuvo que el único responsable era Mario Aburto Martínez, quien permanece preso como autor material del crimen.
El caso Colosio, ocurrido en plena campaña presidencial, marcó un antes y un después en la historia política de México.
Pese a los años transcurridos, continúan las dudas sobre si Aburto actuó solo o si existieron más implicados, entre ellos miembros de cuerpos de seguridad del Estado.

La detención de Sánchez Ortega ocurre en un contexto en el que la Fiscalía ha retomado viejos expedientes y en el que diversos sectores han exigido una revisión a fondo del caso.
Aunque no se ha confirmado si esta acción forma parte de una nueva línea de investigación, su arresto revive una de las heridas más profundas en la memoria política del país.
Con esta captura, las autoridades podrían abrir nuevamente el expediente para esclarecer si, como han sostenido algunas versiones desde 1994, hubo un segundo tirador en el atentado de Lomas Taurinas y cuál fue realmente el papel del exagente del Cisen en el asesinato de Luis Donaldo Colosio.


















Sé el primero en comentar