José Isidro Santamaría Casanova, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo, fue vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado, por lo que permanecerá bajo prisión preventiva oficiosa en tanto se efectúa su juicio, o hasta un plazo de dos años.
Esto fue confirmado por Ariadne Song Anguas, abogada defensora de la madre de la víctima, entrevistada afuera de los tribunales penales orales, en donde integrantes de la agrupación “Madres Buscadoras de Quintana Roo” mantenían un plantón, mismo que ya fue retirado.
“El juez determinó que existían pruebas suficientes para una probable responsabilidad de que haya cometido el hecho delictivo”, comentó la también activista, quien detalló que la audiencia tomó más de 20 horas.
Ahora, corresponde a la Fiscalía General del Estado continuar las investigaciones para procesar al sospechoso.
“Estaremos vigilantes de los procesos judiciales”, advirtió.
Junto a ella estaba Luz María del Carmen Peón Cardín, madre de Luis Fernando Peón Cardín, trabajador de la CTM quien fue asesinado hace siete años, pero cuyo caso había permanecido sin avances durante el paso de Miguel Ángel Pech y Óscar Montes de Oca por la titularidad de la Fiscalía General del Estado.
“Siento que se ha avanzado bastante, pero vamos por más, hasta concluir el proceso”, declaró, además de indicar que si algo le ocurría a ella o al colectivo de “Madres Buscadoras”, hace responsable a Isidro Santamaría y a su sindicato.
“Cuando alguien comete el error de hacer daños a los demás, deben asumir las consecuencias”, sentenció.
Su hijo desapareció en la noche del 16 de julio de 2018, luego que se perpetrara un robo en las oficinas de la CTM, algo de lo que él fue responsabilizado.
Esa noche, varios escucharon como el dirigente estatal gritó que “los que me entraron a robar van a amanecer muertos”. Luz María del Carmen recuerda que ella atribuyó esos dichos al enojo, sin pensar que sería una amenaza real.
Su hijo fue llamado a una reunión en la CTM, de la que no regresó. Esa madrugada, llegó gente armada a su domicilio, exigiendo a punta de pistola la ubicación del dinero y joyas que habían sido robadas, sin lograr ubicarlas.
Un día después, el 17 de julio, fue hallado el cuerpo sin vida de Luis Fernando Peón Cardín. “Cumplió la amenaza”, señaló la madre de la víctima, quien portaba una lona con la imagen de su hijo.

















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