Tumbas abiertas en todo el recinto y restos humanos en descomposición a la intemperie representan un potencial riesgo de salud para los visitantes
CANCÚN, Q. Roo.- En un impresionante basurero y auténtico foco de contagio de enfermedades está convertido el siempre concurrido panteón municipal Los Olivos, en la Región 99 de la ciudad de Cancún. Para las familias visitantes es sumamente preocupante el estado de abandono que presenta el lugar, con tumbas abiertas, sarcófagos a la intemperie a lo largo y ancho del lugar y osamentas a la vista de los visitantes.
“Es increíble cómo dejaron caer el panteón. Siempre ha sido el peor de los tres, pero ahora sí representa un gran riesgo. Mi hermana vino la semana pasada con su familia y a todos les dio la famosa chikungunya. Todos están llenos de ronchas, nadie se salvó”, señaló preocupado don Emeterio.
“Es increíble cómo dejaron caer el panteón. Mi hermana vino la semana pasada con su familia y a todos les dio la famosa chikungunya”
La elevada vegetación que genera la superabundancia de zancudos transmisores de dengue, zika y chikungunya no es el más severo problema. En este camposanto hay un sinnúmero de criptas destapadas, en cuyo interior se observan los restos óseos de difuntos que fueron abandonados y que ya no son visitados por sus parientes, pero que afecta considerablemente a quienes acuden a las tumbas contiguas.
A su paso, la gente se va encontrando con sepulcros y sarcófagos abiertos que contienen cráneos, maxilares, extremidades y toda clase de osamenta de cadáveres en descomposición, lo que además de dar muy mal aspecto y generar malos olores, representa un potencial foco de infección para los visitantes, para niños y adultos mayores, principalmente.
“Es grave que las tumbas están abiertas, con los restos a la intemperie. Cualquiera puede agarrar una enfermedad infecciosa que hasta al hospital puede ir a parar. Además, los animales callejeros sacan los huesos de las tumbas y los van a dejar a otro lado, eso está mal”, mencionó doña Dorotea, quien llenaba su cubeta con agua en una llave en mal estado.
“Los animales callejeros sacan los huesos de las tumbas y los van a dejar a otro lado”
Por todos lados se encuentran montones de deshechos que obstaculizan los pocos y estrechos accesos a hacia los sepulcros ubicados en el perímetro del lado derecho. Además, esos cúmulos de basura incluyen ataúdes en mal estado desechados, que solamente fueron arrumbados en los accesos de la parte trasera provocando dificultades a los visitantes.
“Los pasillos por donde antes pasábamos ya fueron cubiertos con nuevas tumbas; ya no hay por dónde pasar. Además, existe el riesgo de sufrir un accidente con tantos obstáculos o de caerse en una tumba abierta. ¡Está horrible el lugar!”, consideró la visitante Emiliana.
Fotos: Francisco Javier Robles
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