Agencia EQR
CHETUMAL, Q. ROO.- Cada fin de año un cocodrilo dorado a la superficie del cenote, nada un rato y luego se sumerge para continuar con el resguardo de los tesoros de cientos de años o al menos es lo que cuenta la leyenda en torno al Cenote del Cocodrilo Dorado, ubicado en la comunidad de La Unión, a 120 kilómetros de Chetumal.
El lugar es un atractivo para los amantes de la naturaleza, ecoturismo y deportes extremos; durante el trayecto la diversidad de aves, réptiles e insectos, anticipan una experiencia inimaginable.
Al llegar, desde la montaña se aprecia el imponente cuerpo de agua, la selva e algunas comunidades de Belice. El senderismo y rapel son actividades obligadas por la ladera de casi 70 metros de altura que rodea al cenote.
El nado en sus aguas turquesa o paseo en kayak deleitan a los visitantes, quienes por la tarde pueden observar a los cocodrilos espalda color oro que nadan o simplemente toman el sol en la orilla.
El crepúsculo transporta a otra dimensión con cielo estrellado y gruñidos de felinos y aullidos de monos.
Este lugar, que cautiva a miles de turistas ha atraído incluso a grandes televisoras de México que han realizado capsulas y reportajes.
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