Agencia EQR
COZUMEL, Q. ROO.- Luego del fenómeno de la muerte de aves, al parecer sin motivo alguno, en distintos municipios del estado, y que se suscitó en diciembre del año pasado, de acuerdo con las conclusiones preliminares del Comité Estatal de Vida Silvestre presentadas en diciembre pasado, la sequía limitó la producción del alimento requerido, lo que derivó en el fallecimiento de las aves, afectando principalmente a una especie.
Al respecto, Germán Méndez, presidente de Cozumel Birding Club, indicó que esta situación no ha afectado la llegada de cada vez más turistas que disfrutan de la observación de aves; aseveró que la sequía que afectó al municipio en este invierno, no fue tan severa como se quiere hacer creer, sino que por los frentes fríos, las aves se ven en la necesidad de refugiarse en los árboles, lo que hace que sea más difícil observarlos, además del fenómeno migratorio de algunas especies.
Por su parte , Itzel Aritza, encargada del Departamento de Cultura para la Conservación de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en Cozumel, informó que a pesar de que en la isla si se tuvo el registro del fallecimiento de aves por el invierno en 2017, este no fue un gran número de aves; incluso señaló que en contraste con el registro de muerte de aves, también se tuvo en diciembre, el registro de avistamiento de aves jamás vistas en la isla como lo es la del Petrel de burwell, que es un ave marina que sólo se acerca a las costas para anidar y es el primer registro que se tiene de ella en México; y también se tuvo el registro del Pijije Canelo (Dendrocygna bicolor), que es un pato y especie migratoria.
Así mismo, durante la temporada de anidación invernal de aves acuáticas en el Parque Eco-turístico Punta Sur, se han registrado 40 nidos con huevos o crías, con un 80 por ciento de natalidad, así lo informó Paulina Sabido Villanueva, coordinadora de proyectos del Centro de Conservación y Educación Ambiental (CCEA).
Labor de monitoreo del CCEA
La temporada de anidación de estas aves contempla los meses de diciembre a febrero, tiempo durante el cual personal del CCEA realiza monitoreos para identificar posibles amenazas o depredadores que pongan en riesgo los nidos o a las aves recién nacidas, explicó Sabido Villanueva.
Incluso mencionó que para este invierno se ha registrado una nueva especie de ave en la Reserva Ecológica Punta Sur, el “playerito de dorso rojo”, así lo explicó la coordinadora de proyectos.
Por su parte, el biólogo Rafael Chacón Díaz, director de Conservación de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel, señaló que cada vez son más turistas y gente de la comunidad interesados en la observación de aves, y que lo sucedió con la muerte de algunos ejemplares en la zona urbana de Cozumel fue algo inusual, pero que no significa que no vuelva a pasar y que se deba bajar la guardia en las acciones para cuidar del medio ambiente, por lo que se debe impulsar el turismo ecológico y la cultura de la conservación entre la sociedad cozumeleña.
Informó que las actividades de observación tienen el objetivo de que la comunidad conozca las especies de aves que llegan a la isla y que son de la isla, y por supuesto, fomentar el cuidado de la avifauna.
Destacó que la actividad turística de observación como de conservación es fructífera, ya que la observación de aves está teniendo una buena aceptación en la población cozumeleña, que destina parte de su tiempo para realizar este tipo de acciones conservacionistas.
La Península de Yucatán cuenta con 548 especies de aves, de las cuales 224 se ubican en Cozumel. La Isla cuenta con 19 especies y subespecies endémicas, dentro de las que destacan el cuitlacoche cozumeleño, el colibrí esmeralda de Cozumel, la tangara yucateca y el chipe amarillo. Adicionalmente, Cozumel recibe la visita cada año de más de 80 especies diversas de aves migratorias.
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