En respuesta al fenómeno, los gobernadores de Maryland y Virginia emitieron declaraciones de estado de emergencia, lo que permite a las agencias estatales y locales ayudar a las personas afectadas por la tormenta.
Las mareas altas provocaron inundaciones costeras en Boston y otras partes de Massachusetts el viernes, dejando las calles inundadas por segunda vez desde una masiva tormenta de nieve a principios de enero.
El puerto de Boston sólo ha visto olas de más de 4.5 metros de altura en dos ocasiones, una en 1978 y la otra en enero pasado, durante el último ciclón bomba, un fenómeno que se produce por una bajada rápida de la presión atmosférica.
Los vientos, de hasta 100 kilómetros por hora y las fuertes lluvias y nevadas, se estima que afectan a unos 80 millones de personas. Han provocado problemas en los sistemas de transportes y se han cancelado miles de vuelos en los aeropuertos la región.
Al menos cinco muertos
Entre las víctimas había dos niños: un niño de seis años en Virginia y un niño de 11 en el estado de Nueva York, ambos fallecidos en sus casas por árboles caídos.
Una mujer de 77 años murió en Maryland; un hombre de 44 años en Virginia; y otro hombre de 70 años en Rhode Island.
En tanto, en el sur de California, lo peor de una gran tormenta invernal de fin de semana pasó sin provocar nuevos flujos de escombros en las laderas devastadas por los incendios forestales del verano.
Hasta 30 mil personas habían estado bajo órdenes de evacuación en las inmediaciones del condado de Santa Bárbara.
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