JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA.- Winnie Madikizela, de casada Mandela, pasará a la Historia como la esposa de uno de los hombres más importantes del siglo XX, aunque atesora también un legado político con voz propia en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, donde la población la admiraba por su carisma, la llamaba Mama Winnie y la consideraba la madre de la nación.
Fue ella la que puso rostro al activismo antirracista al frente del Congreso Nacional Africano mientras que Madiba estuvo preso en la isla de Robben durante 27 primaveras.
Winnie murió este lunes en el hospital Milpark de Johannesburgo a sus 81 años “de una larga enfermedad”. Llevaba meses ingresada por una complicación renal.
Igual que su marido, comandó huelgas de obreros negros, pasó por la cárcel dos veces, fue torturada en numerosas ocasiones y sufrió el exilio en la aldea de Brandford durante ocho años.
A pesar de que la justicia le prohibió participar en actos políticos no le importó aparecer en mítines para decenas de miles de personas como icono de la liberación negra.
El arzobispo Desmond Tutu la recordará siempre “como una figura esencial en la lucha contra el apartheid”. “Se negó a ceder ante la encarcelación de su marido, el acoso continuo a su familia por parte de las fuerzas de seguridad, las detenciones, las prohibiciones y su destierro.
“Su actitud de desafío me inspiró profundamente así como a generaciones de luchadores” dijo el premio Nobel de la Paz en un comunicado.
Mujer indomable y de enorme carácter, su figura siempre estará rodeada de polémica. Apoyó la lucha armada contra el régimen supremacista blanco afrikáner, una postura en la que fue mucho más radical que su marido, incluso cuando éste ya abogaba por la reconciliación.
Si hay una verdadera fotografía que ilustre aquellos años en Sudáfrica fue la de Nelson Mandela, de la mano de Winnie, al salir de la cárcel en 1990. Ambos levantan sus puños en señal de lucha.
En 1992, ya con Madiba en libertad, Winnie se separó de él, aunque lo acompañó en su gobierno como ministra de Arte, Cultura, Ciencia y Tecnología de Sudáfrica.
Consumó su divorcio en 1996 y ella se enfrascó en una triste batalla legal por el control de la herencia y el legado con el resto de la familia en la que se llegó a discutir dónde había que enterrar al patriarca.
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