Este miércoles, un avión de Southwest Airlines que partiría de Louisville, en Kentucky, fue evacuado antes del despegue luego de que un equipo Galaxy Note 7 se incendiara.
Según Brian Green, dueño del celular, su Note 7 era unos de los equipos que Samsung había entregado en reemplazo de 2.5 millones de unidades, debido a los incidentes provocados por la explosión de sus baterías. Green asegura que el 21 de septiembre le entregaron el nuevo equipo, e incluso mostró al portal The Verge, una imagen del paquete con un cuadro negro que indicaba que, efectivamente, era un celular de reemplazo.
Según comentarios de testigos, Green había apagado el teléfono a la hora de despegar. El daño fue tal, que incluso un bombero no pudo reconocer el modelo del equipo al estar completamente quemado.
“Hasta que no recuperemos el dispositivo, no podemos confirmar si el incidente se produjo con un nuevo Note”, señaló Samsung en un comunicado.
Alrededor del 60% de los consumidores en Estados Unidos habían cambiado sus aparatos por los reemplazos a finales de septiembre.
Fuente: SDP Noticias
Sé el primero en comentar