Agencia EQR
CHETUMAL, Q. ROO.- En claro contubernio con la Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, los limpiaparabrisas llegaron para quedarse en Chetumal en los más de 24 cruceros donde funcionan semáforos.
Se estima que quienes se dedican a esta actividad obtienen ganancias por hasta diez mil pesos al mes por cinco horas diarias de trabajo.
Al respecto, los trabajadores informales revelaron que lo mínimo que les dan son dos pesos al limpiar el cristal de un automóvil, por lo que en una hora pueden juntar más de 70 pesos y sólo necesitan trabajar entre cuatro y cinco horas diarias de lunes a viernes, algunas veces sábados y domingos.
Sin embargo, pese a que personal de Fiscalización del Ayuntamiento capitalino los tienen bien ubicados, los fines de semana les pasan la “charola” junto a los ambulantes, como son vendedores de cochinita, tamales y tacos, cuidadores de autos, entre otros, pagando así su “derecho” a usar la vía pública.
“Algunas veces nos escabullimos, pero si no, pagamos entre 50 a 70 pesos sin que nos den recibo oficial, mientras que cuando se sienten supervisados, los fiscales nos cobran 250 pesos a la quincena para dejarnos trabajar libremente”, dijo.
Durante viernes, sábado y domingo, de alrededor de 40 personas dedicadas al oficio informal de limpiaparabrisas, la mayoría jóvenes de entre 15 y 25 años de edad, aproximadamente.
El único operativo, en junio de 2017, encabezado pro el director de Fiscalización, Daniel Gutiérrez, se llevó a cabo en contra de adolescentes, estudiantes del Albergue Felipe Carrillo Puerto, a quienes a punta de macanazos los subieron a las patrullas de Seguridad Pública cuando “boteaban” para los gastos que les implica estar en dichas instalaciones que maneja la organización Antochistas.
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