Agencia EQR
JOSÉ M. MORELOS, Q. ROO.- Dentro de la sociedad es más frecuente que los jóvenes porten algún tatuaje que cubre gran parte de la piel o las llamadas perforaciones; sin embargo, el precio ha tenido un peso en la hora de conseguir algún empleo.
El artista y Licenciado en Derecho, Gaspar Suárez Camal, dijo que la expresión artística -como él lo denomina- sigue despertando miradas negativas dentro de la sociedad de hoy en día, principalmente en el mundo laboral.
Externó que las empresas o instituciones, que fungen como empleadores, consideran que portar un tatuaje, ya sea chico o grande, o en su caso algún persing (perforación corporal) ya es un aspecto desagradable, limitando al joven profesionista a no obtener contratos.
Indicó que las condiciones que plasman las empresas representan una gran dificultad, si se tiene en cuenta que ha aumentado considerablemente el número de jóvenes que han decidido realizar modificaciones a sus cuerpos.
Refirió que en pleno siglo XXI persiste la discriminación laboral, derivada de dichas modificaciones.
“Sigue siendo tabú modificar el cuerpo o plasmar parte de una cultura, ahora si te ven con tatuajes rápidamente las personas lo asocian con la delincuencia o la rebeldía, más en esta zona donde la gente no está acostumbrada por su educación de antaño y por lo tanto te discriminan”.
Suárez Camal dijo que tanto las perforaciones y los tatuajes han sido parte importante de algunas culturas del mundo, como la maya, aparte de ser una forma de expresión plasmada en la piel, representa fuerza, tributo y un orgullo portarlo.
“Independientemente de la segregación por los tatuajes, la sociedad sigue juzgando a una parte de la población solo por la preferencia sexual distinta a la “normal”, por la cultura, el nivel económico y por la religión”.
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