El estado cuenta con la tasa más alta de agresiones sexuales de México, según la Endireh 2011; desde el año 2012, 163 mujeres han sido asesinadas
De 2012 hasta la fecha, 163 mujeres han sido asesinadas en Quintana Roo, según datos de la Procuraduría de Justicia del Estado, 16 en lo que va de año. A pesar de que desde 2013 el código penal de la entidad distingue el homicidio del feminicidio -con penas máximas de 25 y 50 años, respectivamente-, no se ha procesado a nadie ni existen averiguaciones previas por este último delito.
El Observatorio de la Gobernanza para la Cooperación y Desarrollo, asociación civil autónoma con sede en la Universidad del Caribe, se encarga de proveer datos y emitir recomendaciones que faciliten un acercamiento de la justicia a las mujeres de Quintana Roo. Con este propósito idearon la Alerta de Violencia de Género (AVG):
“Para el robo no existe una guía, para el homicidio tampoco, sin embargo, estas limitaciones estructurales hacia las mujeres obligan a que tenga que desarrollarse una guía o protocolo para el feminicidio que actualmente no tiene el gobierno. Tampoco hay personal capacitado, sensibilizado para que estos delitos no queden en la impunidad. Esta es una presión para que se modifique esta lógica, para que se tipifiquen los delitos de género y para que se ponga una lupa de igualdad al momento de calificar los distintos delitos”, comenta la doctora Mónica Franco Muñoz, investigadora del Observatorio.
Violación, lesiones, acoso… también son violencia de género
El asesinato es el delito más extremo de la violencia a la mujer, sin embargo no se pueden obviar las cifras de desaparecidas, 269 entre 2014 y 2015, según la Procuraduría de Justicia del estado; y las 903 denuncias por violación en el mismo período que registró el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En relación a esto, la asociación civil también trabaja para que se incluyan tres nuevos tipos penales: suicidio feminicida, tentativa de feminicidio y lesiones feminicidas:
“Hay mujeres que cuando platicas con ellas refieren ‘mi marido me ha tratado de estrangular tres o cuatro veces’ o ‘me ha instigado a que consuma cloro o algún tipo de corrosivo’. Eso es otra forma de feminicidio. También tenemos las mujeres que son lesionadas en sus genitales o cuando están en el embarazo. Todas estas lesiones, que también son de género, no aparecen en el código penal. Tratamos de ver un espectro más grande, no sólo el feminicidio sino también la violencia feminicida”, señala la investigadora.
Denuncia, la herramienta más poderosa
Quintana Roo es el estado con más casos de violencia sexual de México. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011 (Endireh) arroja que 18 millones de mujeres sufren violencia machista en el país pero, según Franco, las denuncias no llegan a 70 mil al año, lo que invisibiliza el problema. Sin cifras no hay avance.
Hace poco tiempo que el maltrato ha pasado de ser un asunto privado, de familia, a ser un asunto tipificado legalmente. Estas situaciones se perciben con vergüenza y culpa por las mujeres y sus familias que, en ocasiones, niegan el apoyo a la víctima. A esto se le suma otro gran obstáculo, la mayoría de las veces ellas y sus hijos dependen económicamente del agresor.
El resultado es que pocas mujeres denuncian. La doctora Franco informa de que, además de los anteriores, hay otros factores que repercuten en el desequilibrio entre las cifras de agresiones oficiales y reales. Tras una violación, la mujer están en shock, lo cual también influye en la destrucción de pruebas contra el agresor, como la detección de restos de semen; muchas sufren acoso sexual y saben que, al tratarse de un delito menor, el culpable no irá a la cárcel, o bien tienen miedo de las consecuencias que denunciar les pueda ocasionar:
“La misma familia te dice ‘¿para qué vas a denunciar? Te vas a exponer, vas a salir en la foto, en los medios, no te van a creer, porque es tu jefe, es tu papá, es tu palabra contra la de él, porque eres una niña y él un adulto”, señala la experta en violencia sexual.
¿Qué puede hacer una mujer que sufre algún tipo de agresión sexual? Franco comenta que existen fiscalías especializadas en delitos sexuales en Cancún y en Chetumal donde se puede denunciar, e instituciones dedicadas a la orientación como el Centro Integral de Atención a las Mujeres (CIAM) que opera en Cancún, y el Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM) en el que se presta atención psicológica, jurídica y de trabajo social y cuyas sedes en todo el estado se pueden consultar en este enlace http://www.iqm.gob.mx/portal/Micrositios_Programas/prevencion_violencia/atencionviolencia/tripticos/tripticos3.pdf
El Observatorio también lucha por acercar estos organismos a ciertos grupos sociales, como el indígena, donde se observa un preocupante número de casos de violencia sexual: “Hay poca confianza en las autoridades todavía porque a las mujeres les queda muy difícil trasladarse a una instancia de denuncia, porque no tienen para el transporte o tienen tres o cuatro hijos y no tienen con quién dejarlos. Esos mecanismos hay que abordarlos en políticas públicas, con servicios itinerantes de apoyo a la mujer, etc. Todo esto que ya funciona en otros estados tendrá que ponerse en práctica en Quintana Roo”.
Llevando mentes hacia la igualdad
Que estos delitos no queden impunes es importante, pero aún lo es más evitar los casos de violencia antes de que se produzcan. En un país donde la mayoría de la sociedad se educa dentro de un sistema patriarcal, muchas mujeres desconocen que el acoso sexual es un delito y se puede denunciar, también los hombres:
“Lamentablemente en nuestro país está muy normalizada la violencia y la violencia sexual. Estamos acostumbradas a que es normal el piropo y el piropo vulgar y lo tenemos que soportar. Desde esas microviolencias hasta tener que soportar el instigamiento sexual en los centros de trabajo, en las escuelas, en el sector público, etc. También el aprovechamiento sexual, es decir, que para que una mujer pueda acceder a ciertos tipos de trabajo está condicionada a cierto servicio sexual”, indica la doctora Franco.
Desde el Observatorio señalan que una de sus principales estrategias es la concientización a través de cursos y talleres sobre violencia de género para la población en general y sobre empoderamiento para mujeres. También elaboran informes e infografías que acercan a los medios de comunicación, Congreso del Estado, funcionarios y actores sociales para su difusión.
En el ámbito educativo destaca el modelo de igualdad de género que han implantado en la Universidad del Caribe, donde cuentan con un comité ante el que, tanto alumnos como alumnas, pueden notificar actos de acoso sexual. También trabajan con chavos de secundaria y preparatoria para desterrar ideas preconcebidas, como la de la elección de la carrera en hombres y mujeres.
La investigadora asegura que existe conciencia de este problema entre los jóvenes quintanarroenses y que cada vez más hombres toman parte de estas acciones concientizadoras:
“Cada vez tenemos más hombres involucrados y conscientes que replican el mensaje en su espacio de trabajo. Estamos tratando de llevarlo a las generaciones que vienen en camino. Entendemos que es muy difícil modificar el chip a los adultos. También hacemos trabajo en escuelas, parece que el tema de igualdad ya viene muy asimilado en los jóvenes. Hay mucha conciencia de las dificultades salariales”.
Para más información sobre los cursos, mesas y talleres, así como sobre las labores del observatorio en materia penal y de difusión se puede consultar su web http://observatoriodelagobernanza.org/g/index.cfm y su página de Facebook “Observatorio de la Gobernanza para la Cooperación y el Desarrollo”.
Foto: AF Medios
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