CANCÚN, Q. ROO.- “Es correcto que la Secretaría de Marina se encargue de elaborar un plan contra el sargazo, pero no hay que desechar el trabajo realizado hasta ahora, aun cuando se opte por una estrategia distinta a la implementada hasta ahora”, manifestó Adrián López Sánchez, presidente de la Coparmex en Cancún.
El sargazo es una problemática nueva que no sabemos cómo resolver. Por eso, primero hay que ir con los expertos para que inicien sus procesos de investigación y nos apoyen informándonos cómo se debe tratar, añadió.
Asimismo, reconoció que hubo tardanza en reconocer que se trata de un problema que afecta a todos y merecía atención como tal.
Hoy se ha dado un gran paso que hacía falta porque todas las soluciones habían venido desde lo local, incluso en el tema de la investigación, que como siempre se hace sin recursos y se deja al final. Aquí tenemos investigadores y empresas que ya han hecho trabajos y estudios, si bien mucho ha sido ensayo y error”, continuó.
El dirigente comentó que, aparentemente, el presidente Andrés Manuel López Obrador encargó a la Marina la elaboración de un plan para la recolección del sargazo en el mar, de modo que no se verán marinos haciendo la limpieza en las playas.
Hay que entender que si bien ahora el sargazo es considerado una plaga, se trata de un ecosistema más, que arriba en forma “masiva” cuando se combinan vientos y corrientes que lo empujan hacia esta zona, donde se aloja en la playa, se oxida, descompone y contamina, indicó.
Como buenas, califica líder de hotelero decisión de AMLO
La decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, de designar a la Secretaría de Marina para elaborar un pan contra el sargazo fue lo mejor, pero también “tiene mucho mensaje detrás”, opinó Roberto Cintrón Gómez, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres.
La Marina de México es una de las mejores del mundo. Había mucha especulación de quién se iba a hacer cargo, quién atendería el tema del sargazo y evitar toda esa especulación”, añadió.
En su opinión, en la decisión del presidente pesó el hecho de que la Marina tiene barcos, aviones, que pueden hacer monitoreo, tiene personal y disposición, además de la orden presidencial para hacerse cargo del tema.
Además, se le pueden inyectar recursos federales sin que se especule sobre quién aplicará el recurso federal, cómo se va a manejar, qué proveedores se harán cargo. Con eso, “el Presidente echó por los suelos todo tipo de especulación”, manifestó.
En lo personal, la decisión del presidente me sorprendió muchísimo. Fue algo que nos hizo reflexionar, “por qué no se nos ocurrió antes”, continuó.
Asimismo, dijo que la Marina, además de captar el sargazo en el mar, debe hacerse cargo del que ya llegó a las playas.
Otra de las cosas a favor es que cuenta con la tecnología, barcos, aviones e, incluso, personal de tierra y eso es algo muy valioso, manifestó.
Confían en que la Marina asumirá el liderazgo ; ven en sargazo oportunidad para producir alginato
“La Secretaría de Marina puede hacer una excelente coordinación en el tema del sargazo, pero además de la detección y recolección en el mar hay aspectos que se deben atender, como el transporte, almacenamiento adecuado y la comercialización del alga, manifestó por su parte Brigitte Van Tussembroke, investigadora de la UNAM.
Entrevistada en el marco de la presentación del Protocolo Puerto Morelos para la atención del sargazo, opinó que la Marina no puede cubrir todos esos aspectos, pues el problema requiere la colaboración de todos los órdenes de gobierno.
Necesitamos apoyo, pero bien planeado, una estrategia integral que hasta el momento no se ha visto”, expresó.
En ese sentido, opinó que no hay un experto que pueda hacer todo: detección, estudio del impacto ambiental, uso y aprovechamiento, por lo que se necesita estimular la investigación y que la iniciativa privada empiece a desarrollar sus ideas, en una sinergia que se necesita organizar.
Hasta hoy no hay un liderazgo y falta coordinación de todos los órdenes de gobierno para un manejo integral, coherente y coordinado y, si el tema se politiza, será difícil establecerla y, mientras, el sargazo ya está llegando en cantidades desastrosas para el ambiente y el turismo.
En el marco del evento se presentaron opciones para el aprovechamiento del sargazo, como la de Alquimar, empresa fundada por Luis Masía Nebot, quien se propone obtener alginato de sodio, sustancia química con aplicaciones variadas que van de la industria textil a la alimentaria y farmacéutica.
De una tonelada de sargazo se obtiene un dos por ciento de alginato de sodio, es decir unos 20 kilos. Por fortuna, si bien el sargazo es temporal, también es almacenable.
Nuestra empresa tiene como prioridad trabajar con el sargazo presente en las costas de Quintana Roo, ya que la sobre-invasión de esta alga marina representa un gran problema para el turismo e industria pesquera de la región. Al llegar a la playa, el sargazo inicia un proceso de lixiviación que genera problemas de contaminación ambiental y visual, incluyendo la liberación de gases fétidos que pueden ocasionar problemas de salud, expuso.
En este momento nosotros requerimos dos o tres toneladas al día, pero necesitamos crecer y aprovechar que hoy el alginato se importa y que no hay producción nacional. El único productor en Latinoamérica es Chile.
Sin embargo, en el evento se planteó la conveniencia de crear una bioindustria que permita a diferentes empresas acceder al sargazo.
De ahí la propuesta de Andres Muñoz, CEO de Energryn, empresa quintanarroense establecida en Puerto Morelos, dedicada a la fabricación de calentadores de agua híbridos, que planea aprovechar el sargazo en la fabricación de platos y vasos desechables biodegradables.
Indicó que no será más barato, la ventaja es que en Quintana Roo no hay una empresa que produzca desechables, sino que son importados de China y la importadora está en la Ciudad de México, lo que implica costos en la cadena logística. Además, el producto puede utilizarse varias veces y fabricarse con el logotipo del establecimiento que lo adquiera.
En el precio incluiremos la recolección del material, que se degradaría en 100 días, su reciclamiento y la reinversión en la planta.
Aclaró que actualmente tienen capacidad para procesar diez toneladas por día, pero su proyecto consiste en la creación, junto con otras empresas, de una bioindustria que procese al menos todo el sargazo que recale en Puerto Morelos.
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