CANCÚN, Q. ROO.- A 18 meses de que se frenó la construcción de un hotel en una de las últimas ventanas al mar en la Zona Hotelera, en Playa Delfines, los promotores de la obra reanudaron los trabajos, suspendidos en diciembre de 2017.
Trabajadores de gobierno que realizan labores de limpieza de sargazo indicaron que desde la semana pasada llegaron varios grupos de jornaleros, además de los arquitectos que, aparentemente, se encargarán de las obras.
Durante un recorrido por la zona se pudo constatar que nuevamente hay actividad en el terreno, donde ya comenzaron los primeros trabajos.
En el interior del predio ya hay máquina haciendo excavaciones y aplanando parte del terreno y una cuadrilla de trabajadores coloca una segunda barrera alrededor del lote, según explicaron, como medida de protección ante posibles protestas de los grupos ambientalistas que se oponen a la construcción.
En noviembre de 2017 los regidores Antonio Meckler Aguilera y Roger Sánchez Nanguse, quienes formaban parte del Cabildo del “verde” Remberto Estrada Barba, promovieron un recurso de revisión contra autorizaciones expedidas por la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano del propio Ayuntamiento de Benito Juárez a favor de Villas Solaris. El proyecto es de un hotel de 450 cuartos, con 16 niveles, planta baja y dos sótanos, en un predio costero de 18 mil 844 cuadrados.
Derivado de lo anterior, a fines de ese mes la entonces síndico Mirna Karina Martínez Jara dijo que el recurso de revisión fue aceptado y, derivado de eso, se determinó declarar la suspensión provisional de la obra, en espera de que se resolviera la legitimidad y legalidad de procesos y permisos.
Debido a que los constructores apenas habían comenzado los trabajos previos, la suspensión abarcó la remoción de vegetación, triturados vegetales, tierra o cualquier material orgánico en el terreno, al igual que obras de relleno con material pétreo y toda obra vinculada con la construcción del hotel.
De hecho, las protestas surgieron por el riesgo que representaban para el “corral” habilitado para guardar incubar los huevos de tortuga rescatados en la zona.
El predio en cuestión es producto de la fusión de tres lotes aprobada por el gobierno municipal en 2004, en la administración de Juan Ignacio García Zalvidea que concluyó Carlos Canabal Ruiz. Para emitir los permisos, presuntamente el ayuntamiento incurrió en probables irregularidades, entre ellas, la fusión de los tres lotes y el cálculo de densidades. El hotel estaría sobredensificado al no respetar los parámetros establecidos dentro del Programa de Desarrollo Urbano (PDU) 2014-2030 del municipio de Benito Juárez.
Si bien en 2018 se aclaró que la suspensión de las obras no implicaba la clausura del proyecto que, en caso de estar apegado a Derecho podría continuar, se fijaron cinco días para que el secretario de Ecología y Desarrollo Urbano, el director general de Desarrollo Urbano, la directora de Ecología, el director de Catastro y Villas Solaris, presentaran pruebas que acreditaran sus actos de autoridad y, en el caso de los promoventes, los permisos que poseen.
La audiencia para el desahogo de pruebas se fijó para el 13 de diciembre del 2017. Uno a uno se presentaron, excepto los promoventes, quienes nunca asistieron a pesar de que se fijaron nuevas citas.
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