CIUDAD DE MÉXICO.- Un Vehículo Eléctrico Sustentable Sargacero, llamado Iktan, con la capacidad de recolectar tonelada y media de sargazo en tres horas en un recorrido de 60 kilómetros lineales de playa, fue diseñado por alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para aportar una solución integral a la presencia masiva de la macroalga en el Caribe Mexicano.
El Iktan (“ingenioso” en lengua maya) alcanzará una velocidad de 20 kilómetros por hora, funcionará con dos motores eléctricos, tendrá frenos de disco, llantas o tracción en las seis ruedas y un tándem de baterías de 12 volts para alimentar los motores. Además generará cero emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera, no hará ruido y tendrá un peso máximo de 500 kilogramos para evitar el aplanamiento de las playas.
Los creadores del Iktan, los estudiantes José Antonio Garfias González, Alan Fernando Ruiz López y Johan Matías Velasco, señalaron que el objetivo de este proyecto es aportar una solución al problema del sargazo.
“Es una iniciativa por un proyecto integral contra el sargazo, se trata de un vehículo eléctrico y sustentable para la recolección y tratamiento de la macroalga, que se construirá con materiales reciclables y motores silenciosos con una vida útil de 10 años y que resistirán condiciones climatológicas adversas que se presenten en la región”, explicó Garfias González en un comunicado.
Detallaron que será compacto, ecológico y ligero, al tiempo que contará con bandas transportadoras que depositan la planta acuática en un contenedor intercambiable.
Garfias González dijo que el prototipo se construirá con material reciclable, como PET recubierto para soportar las condiciones de temperatura y humedad de la región; mientras que el mecanismo será electrónico (desde el acelerador hasta el accionamiento del motor).
Añadió que en el corto plazo, la innovación dará solución una integral a la limpieza de las playas mexicanas, ya que el sargazo libera tóxicos como gas metano, dióxido de carbono y ácido sulfhídrico, que provocan la pérdida de diversidad biológica (tortugas o peces) y generan efectos negativos sobre la actividad turística.
La Secretaría de Marina (Semar) recolectó poco más de 57 mil toneladas de esta planta acuática entre mayo y julio pasados en el estado de Quintana Roo.
En el proyecto trabajan también Ruiz López, egresado de UPIICSA, y Matías Velasco, estudiante de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco. (El Financiero)
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