La Habana llamó a sus reservas militares a realizar maniobras a escala nacional entre el 16 y el 18 de noviembre; la última vez fue en la Guerra Fría
LA HABANA, CUBA.- Las fuerzas cubanas de aire, mar y tierra, así como sus reservas militares, realizarán maniobras a escala nacional entre el 16 y el 18 de noviembre. Este ejercicio se realiza después de los comicios presidenciales en Estados Unidos y surgió desde los tiempos de la Guerra Fría.
En este contexto, partidarios de la candidata presidencial Hillary Clinton, “el mal menor” en el decir de analistas, los cubanos mantuvieron sus esperanzas en una victoria demócrata hasta cerca de las 20:00 horas del martes, pero el triunfo de Trump poco después en el estado de Florida con 29 delegados, disparó el peor presagio.
La Florida es considerada el “principal bastión” del exilio cubano en EU y siempre ha sido un estado clave en los comicios presidenciales de ese país, además del estado donde Trump pronunció sus discursos más duros contra el acercamiento a la isla.
“Trump gana las elecciones en EU”, tituló en portada el oficial diario Granma, sin hacer valoración alguna de lo que podría implicar ese resultado en el delicado proceso de normalización de relaciones iniciado en diciembre de 2014 por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
El matutino Juventud Rebelde apuntó por su parte que “El sorpresivo triunfo de Trump en Estados claves le dio la victoria”, pero eludió igualmente emitir cualquier pronóstico sobre el impacto de este resultado en el país caribeño.
El gobierno cubano consideraba a Clinton como “la continuidad” del acercamiento iniciado por Obama, además de aspirar a un cambio en la relación del Senado y la Cámara de Representantes, que fortaleciera al grupo de legisladores partidarios de suspender el embargo a la isla.
El Congreso es la única instancia facultada por ley para anular el tramado de leyes y resoluciones que dan cuerpo al embargo. No obstante, las elecciones generales del martes tampoco dejaron un saldo favorable a los deseos de La Habana.
El republicano Marco Rubio, de origen cubano y enconado enemigo de la normalización de relaciones, retuvo su escaño en el Senado por el estado de Florida.
En tanto, los congresistas también republicanos Ileana RosLehtinen y Marcos Díaz Balart, de origen cubano y voceros del ala ultraconservadora del exilio anticastristas, mantuvieron sus respectivos puestos en el legislativo.
Fuente: Milenio
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