Meng Hongwei sustituirá a la francesa Mireille Ballestrazzi al frente de la organización; preocupa que use su posición para atacar a rivales políticos
PEKÍN, China.- Un funcionario chino fue elegido por primera vez a la presidencia de Interpol, una decisión que genera preocupación entre defensores de los derechos humanos por la falta de transparencia en el sistema judicial del gigante asiático y un posible uso inadecuado de la organización policial para atacar a los rivales políticos de Pekín.
El viceministro chino de Seguridad pública Meng Hongwei fue elegido para reemplazar a la francesa Mireille Ballestrazzi, durante la asamblea general anual de la organización de cooperación policial celebrada en la isla indonesia de Bali, según anunció Interpol en un comunicado.
“Este nombramiento es inquietante, ya que China utilizó a menudo Interpol para detener a disidentes y refugiados en el extranjero”
Hongwei dijo tomar el relevo en un momento en el que el mundo enfrenta algunos de los desafíos de seguridad pública global más serios desde la Segunda Guerra Mundial.
La organización con sede en la ciudad francesa de Lyon, tiene 190 países miembros y el poder de emitir “alertas rojas”, que se utilizan para solicitar la localización y detención personas buscadas por las autoridades judiciales de un país determinado o por un tribunal internacional con miras a su extradición.
Aunque la carta de Interpol prohíbe oficialmente “cualquier intervención o actividad de carácter político, militar, religioso o racial”, sus detractores señalan que algunos gobiernos, especialmente Rusia e Irán, han abusado del sistema para acusar y detener a los enemigos de su régimen. Interpol dijo tener un proceso especial de filtrado para evitar que eso ocurra.
“Este nombramiento es inquietante, ya que China utilizó a menudo (…) Interpol para detener a disidentes y refugiados en el extranjero”, declaró a AFP William Nee, especialista de China en Amnistía Internacional.
Desde su llegada al poder a fines de 2012, el presidente Xi Jinping lleva a cabo una campaña anticorrupción, pero muchos observadores sospechan que sirve como pretexto para purgas en el seno mismo del Partido comunista chino.
Fuente: Infobae
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