CIUDAD DE MÉXICO.- Al salir de su reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Adrián LeBarón se dijo contento porque no les dieron “atole con el dedo” sobre las investigaciones del asesinato de nueve de sus familiares en noviembre pasado.
“Sí hay avances, estamos contentos con los resultados hasta hoy de la investigación, pero no podemos decir más porque es peligroso incluso para nosotros mismos”, declaró brevemente afuera de Palacio Nacional.
“Tenemos una reunión con él (López Obrador) en un mes. Yo sé que esto es con calma y estamos dispuestos a esperar”, agregó.
La mañana de este lunes, más de 30 integrantes de las familias LeBarón y Langford llegaron la mañana de este lunes a Palacio Nacional para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y representantes de la Fiscalía General de la República (FGR).
En un encuentro privado, ambas partes hablaron sobre el avance en las investigaciones sobre el ataque contra dichas familias en los límites de Sonora y Chihuahua, ocurrido el pasado 4 de noviembre y en el que murieron nueve personas.
“Vamos a tener este encuentro, es nuestra responsabilidad. Vamos a informarles de los avances (de las investigaciones), va a estar un representante de la Fiscalía y vamos a estar representantes de Poder Ejecutivo”, dijo más temprano el presidente López Obrador.
Por su parte, Adrián LeBarón expresó que pediría al mandatario que los nombre a él y a su hermano Julián como embajadores cívicos por la paz.
Antes de su reunión con el mandatario, LeBarón explicó que se trató de un proyecto que ya han madurado en la región de Sonora, donde viven, y se trata de sentar las bases para tener municipios en paz por todo el país, donde la infraestructura, la tecnología, la seguridad y el trabajo lleven a la comunidad a la prosperidad en armonía.
Sobre la marcha en la que participaron el domingo dijo: “Nosotros veníamos con la ilusión de recibir ciertos abrazos, apoyo, de solidaridad con el pueblo mexicano y con México, y fue casi increíble para mí, como hombre, el respaldo que sentí, pero salí temblando, porque cientos de gentes que me abrazaban y en el oído me decían “yo también sufrí esto y lo otro, y a mi hijo lo secuestraron. (Notimex)
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