Con estos despidos masivos, el presidente municipal de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz asegura que sólo quedan 410 trabajadores en la nómina del ayuntamiento
BACALAR, 23 de octubre.- La “guillotina del cambio” del gobierno de Carlos Joaquín González llegó al ayuntamiento de Bacalar, donde su presidente municipal, Alexander Zetina Aguiluz, ha despedido a un centenar de trabajadores de diferentes áreas que en su mayoría fueron obligados a firmar su “renuncia voluntaria”, y otros más que fueron manipulados para que firmen su renuncia con la promesa de que serán reubicados, pero en caso de ser así estos iniciarán con nuevos contratos que en automático les restarán todos los años que llevaban de antigüedad.
Muchos de estos trabajadores fueron echados a la calle desde el pasado 30 de septiembre; mientras que a otros los mantuvieron laborando hasta el 15 de octubre pasado, pero sólo para que terminaran papeleo y trabajo pendiente. A otros más que ya les avisaron de su próximo despido, los mantienen trabajando pero sólo porque están capacitando a quienes serán sus reemplazos.
La promesa de un gobierno “inclusivo” duró poco para el presidente municipal de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz, quien con todo el sello joaquinista ha dado de baja a 100 trabajadores de diferentes áreas administrativas y operativas, utilizando de pretexto la mal llamada reingeniería administrativa que, en el primer mes de este gobierno, ha traído como consecuencia el despido masivo de burócratas.
La mayoría de estos trabajadores fueron echados a la calle desde el pasado 30 de septiembre, luego de que los obligaran a firmar su “renuncia voluntaria”, habiendo muchos a los que todavía no les pagan lo que por Ley les corresponde.
Como parte de estos despidos hubo trabajadores que fueron hostigados para que firmaran su renuncia, recibiendo un trato denigrante y siendo intimidados para que dejaran su trabajo.
Hubo otros a los que los hicieron esperar una quincena más sólo para que sacaran la chamba que había quedado pendiente de la anterior administración, y luego los corrieron en la primera quincena de octubre.
Hay empleados que si bien todavía se mantienen laborando en el ayuntamiento, es porque están capacitando a quienes serán sus reemplazos, pero al término de estas capacitaciones serán informados del fin de su relación laboral.
Existen trabajadores que fueron manipulados para pedir su renuncia bajo la promesa de que serían reubicados, aunque no les han asegurado una fecha ni tampoco el nuevo espacio que ocuparán, por lo que ya empiezan a desconfiar sobre si serán recontratados o no.
En caso de tener una reubicación, implicaría un nuevo contrato ya que fueron obligados a pedir su renuncia, y esto significaría que los trabajadores empezarían desde cero, de tal forma que desaparezcan todos los años que habían acumulado de antigüedad.
Por otro lado, hay extrabajadores a los que les pidieron tiempo para analizar personalmente su situación con el ayuntamiento, aunque les ha surgido la sospecha de que esto podría tratarse de un engaño para que con el paso del tiempo ya no puedan demandar.
Con estos despidos masivos, el presidente municipal de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz, ha asegurado que ahora sólo quedan 410 trabajadores en la nómina del ayuntamiento.
Fuente: Poresto.net
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