De acuerdo con un estudio de la asociación Civil Reinserta Un Mexicano A. C., uno de los factores de riesgo por lo cual en Quintana Roo la delincuencia organizada logra reclutar niños o adolescentes, es el abandono de sus padres mientras se van a trabajar, además de la desintegración familiar.
El estudio se basó en una búsqueda de información en siete estados, se dividieron en la zona norte (Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León), zona centro (Estado de México y Guerrero) y zona sur (Oaxaca y Quintana Roo).
El estudio señaló que el entorno social que viven las tres zonas, en cuanto a los niños, niñas y adolescentes que ingresan en redes de delincuencia, es en total abandono y negligencia tanto de familiares como de la ciudadanía en general.
En concreto, la zona sur y específicamente Quintana Roo el abandono es principalmente afectivo, es decir, aunque quienes tienen la tutela de las y los menores están presentes, pasan largos periodos sin ninguna supervisión, porque sus padres trabajan fuera de sus casas y tienen largas jornadas laborales.
Otro de los elementos que hace que las personas menores de edad y adolescentes caigan en grupos criminales, es la desintegración familiar y el abandono.
Una característica particular que no tienen el resto de los estados, es que el rol de cuidadores de los menores muchas veces lo asumen padrastros y madrastras.
Toda esta situación que provoca poca supervisión, favorece que los menores tengan acceso a drogas y armas, siendo la zona norte donde se registran los más altos índices; en las zonas centro y sur, se registró una disminución.
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