Activistas del Movimiento Indígena Maya Peninsular protestan a fuera de Sac-Tun por el ecocidio de Calica que afecto a 17 mil personas de cerca de 27 comunidades muchos de ellos de origen indígena.
Quetzal Dzab, integrante del Movimiento Indígena Maya Peninsular, esta mañana encabezó una protesta en las oficinas de “Sac-Tun”, nombre con el que se rebautizó Calica.
El grupo de habitantes, de la zona irregular “Las Torres de la Paz”, colgó varias mantas, con el mensaje “Calica nos daña e ignora” y “Exigimos clausura definitiva, comunidades de Solidaridad”.
Quetzal Dzab señaló que aunque ellos vivan en un asentamiento irregular, tienen derechos humanos, incluido el vivir en un ambiente sano, lo que no se cumple a causa de las nubes de polvo y la devastación que causó Calica por sus explosiones para extraer material pétreo que exportaban a Estados Unidos.
De igual forma señaló que aunque la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró esta cantera, por exceder la extracción permitida en su permiso y causar daños graves en el manto freático de la región, Vulcan Materials tiene interpuesto un juicio ante un tribunal internacional, para obligar al gobierno mexicano a permitirles reabrir.
En octubre del año pasado, el Movimiento Indígena Maya Peninsular interpuso una acción colectiva ante un juzgado, demandando a esta empresa por los daños generados.
“No pedimos dinero, sino que reparen el daño hecho, ambiental y a las comunidades”, explicó en entrevista Quetzal Dzab, quien aclaró que no solo se trata del asentamiento “Las Torres de la Paz”, sino también existe “Los Sauces”, “La Selva” y una serie de ranchos en el área, para sumar cerca de 27 comunidades y 17 mil personas.
“Calica afirmó que no existen personas aledañas a sus sascaberas y aquí estamos para decir que sí hay comunidades. También alegaron que yo no vivo acá, pero eso es falso, porque aquí trabajé y aquí sigo, aunque ahora de manera independiente”, destacó.
Cuestionado sobre la aseveración de Vulcan Materials, en un escrito, de que él trabajó para el Ayuntamiento de Solidaridad en la pasada administración y por tanto responde a intereses gubernamentales, Dzab González aclaró que aunque sí trabajó tres años en el gobierno municipal, él tiene cerca de 30 años de activismo, en distintas partes de México, e incluso en el extranjero.
“No tengo ninguna influencia de nadie, tengo muchísimos años representando intereses indígenas. No es un tema de moda, me pueden investigar y verán que desde el 86 estoy activo”, afirmó.
“Ellos alegaron que no vivía acá, que no hay comunidades en la zona y que esto proviene de gobierno, todo es falso”, añadió.
Actualmente están en espera de una fecha para una audiencia, por la demanda colectiva.
Los presentes aprovecharon también para indicar que necesitan servicios básicos como luz, agua, además de certeza legal sobre la tierra que habitan.
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