Cancún.- Con el acuerdo de varias medidas reparatorias con el Ayuntamiento de justicia, aunque sin acceso a justicia, el Comité de Víctimas del ‘9N’ aceptó poner fin a su lucha de cinco años, en un evento especial este domingo en el municipio brindará disculpas públicas, por la violenta represión ocurrida el 9 de noviembre de 2020.
La disculpa pública por parte del ayuntamiento se suma a un nuevo protocolo de atención a manifestaciones y a un monumento conmemorativo por el 9N, con lo que se da por cumplida las recomendaciones emitidas en su momento por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo).
En rueda de prensa, Julián Ramírez y María Oronzor, integrantes del Comité de Víctimas, señalaron que ya se resignaron a no tener justicia por lo ocurrido, ya que casi todas las evidencias del caso fueron desaparecidas, en medio de obstrucciones por parte de la Fiscalía General del Estado y aparente complicidad de Poder Judicial, para liberar a los policías presuntamente involucrados, y para que no se sepa la verdad sobre lo ocurrido ese día.
El 9 de noviembre de 2020, una manifestación ciudadana en contra de un feminicidio que se había tornado violenta, afuera del Palacio Municipal, fue reprimida a balazos por agentes policiacos, quienes son además acusados de agredir y torturar a varios de los detenidos, incluso de forma sexual.
Julián Ramírez recordó que el año pasado su agrupación tuvo que bloquear la Zona Hotelera de Cancún, pues el ayuntamiento ya había declarado cumplida las recomendaciones de la Cdheqroo por este caso, a través de una simulación hecha a sus espaldas.
Después de un año más de litigios y diálogo, el municipio aceptó realizar las medidas antes descritas, las que fueron aceptadas por su colectivo.
“Están preparando un intento de monumento. No estamos contentos, pero es lo que les alcanzó”, comentó el activista, quien señaló que ya existe un decreto, desde hace cuatro años, con el que se establece el 9 de noviembre como “día municipal de libertad de expresión y libre manifestación”, aunque hasta ahora el ayuntamiento nunca lo ha conmemorado o siquiera mencionado.
María Oronzor indicó que ya se tiene casi listo el protocolo de atención a manifestaciones, para ser develado este domingo, si bien cree ella que será un documento seguido “de dientes para afuera”.
Lo principal, concordaron ambos, será la disculpa pública, pues en estos cinco años ninguna autoridad, ni la anterior presidenta municipal, Mara Lezama, ni la actual, Ana Paty Peralta de la Peña, les ha querido dar la cara para pedir disculpa.
Todo apunta a que este domingo quien dará la disculpa será el secretario general, Pablo Gutiérrez Fernández.
Julián Ramírez dijo esperar la asistencia de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, además de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por ser responsable directa. Como existía, además, un Mando Único en 2020, también “por congruencia” debiera acudir alguien del Gobierno del Estado.
“Con el Mando Único, ellos le echaron la bolita al municipio y después lo disolvieron”, recordó el activista.
Al comentarles la prensa que se notaban insatisfechos, los integrantes del comité aclararon que ellos más bien están dudosos, pues están en espera de lo que suceda el domingo.
El evento será precedido con una manifestación el sábado, misma que será replicada en redes sociales por diversas asociaciones nacionales, indicaron. Además, pegarán en el Palacio Municipal varias de las cerca de 40 mil cartas de apoyo que recibieron por parte de personas de todo el mundo.
“Es el cierre de un proceso y queremos hacerlo manifestándonos y alzando la voz”, explicó.
POLICÍAS LIBERADOS
De los puntos reparatorios, uno que ya asumieron que jamás será atendido es el acceso a la justicia, pues los policías que habían sido detenidos, salvo dos, ya fueron liberados.
La jueza que llevaba el caso, Silvia Verónica Solís Lezama, en la misma audiencia les dijo que a su tribunal “no se viene a buscar justicia, sino a desescalar conflictos”, con lo que entendieron que había una coordinación por ocultar la verdad, principalmente, saber quién dio la orden de disparar.
“Dejaron que se ‘quemaran’ las sábanas de llamadas, desaparecieron los casquillos percutidos, los videos, las entrevistas”, detalló Julián Ramírez. “Los policías corruptos que nos dispararon, nos agredieron y torturaron fueron liberados, porque no presentaron los cargos suficientes”.
Ello, porque la Fiscalía General del Estado únicamente presentó ante el juez carpetas por el delito de “lesiones y abuso a la autoridad”, los que se saldaron con pequeñas multas, recuperando los policías su libertad e incluso regresando a sus trabajos.
En total, 13 policías fueron procesados, de los cuales 11 ya están libres. Uno más quedó prófugo y otro fue asesinado en una “fiesta narco”.
“Se atacaron entre ellos y uno resultó ser un policía del 9N, para que vean la calaña de policías que eran”, declaró.
Solo dos policías permanecen con un proceso abierto, por el robo del celular de un integrante del comité, hecho que parece haber pesado más que la tortura sexual y los balazos contra civiles, comentó el activista. La audiencia intermedia es a fin de mes, y todavía tienen la oportunidad de encarcelarlos, para quizá así saber quién les dio la orden.
María Oronzor indicó que ella tiene una denuncia ingresada por tortura y tortura sexual, junto con otra víctima, pero la Fiscalía todavía no la ha judicializado, por lo que ni siquiera ha iniciado un proceso en contra de algún responsable, a cinco años de los hechos.
La integrante del comité lamentó que se haya apostado por el cansancio y la obstrucción de justicia.
TEJIDO SOCIAL
Otro punto que “nunca se podrá reparar” afirmaron ambos, es el trauma y el golpe al tejido social, pues existían cientos de cancunenses que salían a manifestarse de forma organizada para exigir mejoras, quienes ya fueron desarticulados.
“El tejido social se fracturó”, explicó María Oronzor. “Tardamos año y medio en recuperar la capacidad de salir a manifestar, pero hubo una coaptación, y el nivel de convocatoria que teníamos en ese tiempo disminuyó”.
Aunque se sufrió un retroceso en este ámbito, alegó, y aunque hoy les ofrecen una “justicia a medias” sin castigo para los involucrados, ella destaca que ellos siguen de pie, ya con su salud emocional recuperada, y con el poder de decisión para dar cierre a este evento traumático.
“Que las heridas sean cicatrices de guerra”, concluyó. “Es una victoria, porque en un país donde se mata a la verdad, estamos con vida y todavía resistiendo, sin jamás callar”.
















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