Las medidas hacia los sectores populares buscan fortalecer el sistema de distribución de alimentos subsidiados y de bonos.
“Pueblo de Venezuela, la situación no está fácil”, repiten los camiones que recorren las calles de Caracas y piden a la gente quedarse en la casa.
El país está en la quinta semana de cuarentena, una nueva normalidad distópica con barbijos, policías en las calles, comercios cerrados, colas para la gasolina, y una sequía que agrega más calor al calor.
Los números ante la pandemia muestran, por el momento, una situación bajo control: 197 personas contagiadas, 111 recuperadas y 9 fallecidas.
El gobierno realiza una actualización diaria por radio y televisión para explicar la evolución de la curva que se mantiene aplanada, dónde surgen los nuevos casos y en qué situación.
Las políticas desplegadas han dado resultado, tanto la cuarentena temprana con uso de barbijo obligatorio, desinfección de áreas comunes, la realización de una encuesta digital para que la gente avise en caso de tener síntomas, la visita de médicos en esos hogares, y la realización, gratuita, de 225.009 pruebas de testeo.
El gobierno anunció que la cuarentena se prolongará por treinta días, es decir hasta casi mediados de mayo.
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