Según explica una residente en Nueva Zelanda, personalmente es la primera vez que en 14 días experimenta una media tan alta de seísmos superiores a 4,0 grados y por encima de 700.
Siempre pensó que por debajo de 400 era algo normal y tranquilo. Que 500 o más seísmos se podía considerar “agitado” y que hasta 600 era ya algo “extremo”. Pero, en la actualidad se han superado con creces los 800, lo que considera una cantidad exorbitante.
De hecho, en Nueva Zelanda ya llevan más de 55 al día superiores a 4,0 grados.
En base a estos datos, es evidente que la situación va a más. Por lo que expresa su sospecha de que se trata de una anomalía sísmica y se pregunta si esta actividad será precursora de un terremoto de 9,0 grados o superior.
Está claro que indica un importante movimiento de las placas tectónicas. Ahora, habrá que ver si todavía alberga la tensión suficiente como para generar un terremoto de gran magnitud.
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