Gracias al uso de un novedoso submarino, científicos de distintas universidades han descubierto que el glaciar Thwaites se descongela a un ritmo de 75 km3 anuales debido a las corrientes de agua tibia que circulan bajo él.
La capa de hielo de la Antártida Occidental es la responsable del 10% de la tasa actual del aumento del nivel del mar, sobre todo, por la presencia del llamado “Glaciar del Juicio Final”, un enorme bloque de hielo con una masa similar a Gran Bretaña que promete incrementar él solo el nivel de los océanos de todo el mundo en un metro.
Dado el potencial destructivo que esconde este glaciar, mejor conocido como Thwaites, los científicos de todo el mundo se han lanzado a estudiarlo. No obstante, su ubicación aislada y la constante presencia de otros icebergs han dificultado en gran medida esta labor.
Por ejemplo, solo para conocer el grado de amenaza al que está sometido el glaciar, científicos de la Universidad de Nueva York tuvieron que ingeniárselas para construir un orificio de 600 metros de profundidad en la superficie del hielo. Su objetivo no era otro que analizar las aguas sobre las que se sitúa Thwaites, algo que en condiciones normales suele ser más sencillo.
ESTUDIOS SUBMARINOS REVELAN
Por ese motivo, científicos de distintas universidades han acudido a un submarino sin tripulación Ran, que por primera vez se ha adentrado él solo en la base del glaciar para realizar mediciones precisas sobre el estado del agua sobre la que se posa parte del glaciar.
“Esta fue la primera aventura de Ran en las regiones polares y su exploración de las aguas bajo la plataforma de hielo fue mucho más exitosa de lo que nos habíamos atrevido a esperar. Planeamos aprovechar estos emocionantes hallazgos con más misiones bajo el hielo el próximo año “, comenta Karen Heywood, de la Universidad de East Anglia.
Los resultados, que se muestran en Science, desvelan la fuerza, la temperatura, la salinidad y el contenido de oxígeno de las corrientes oceánicas que pasan por debajo del glaciar. En concreto, esos datos se utilizaron para trazar un mapa de las corrientes oceánicas bajo la parte flotante del glaciar que mostró una conexión profunda hacia el este a través de la cual fluyen las aguas profundas de la bahía de Pine Island, una conexión que antes se creía bloqueada por una cresta submarina.
“Los canales por los que el agua caliente accede y ataca a Thwaites no los conocíamos antes de la investigación. Utilizando los sonares del barco, anidados con la cartografía oceánica de muy alta resolución del Ran, pudimos descubrir que hay caminos distintos que el agua toma para entrar y salir de la cavidad de la plataforma de hielo, influenciados por la geometría del fondo oceánico”, explica el doctor Alastair Graham, de la Universidad del Sur de Florida.
El valor medido allí (0,8 TW) corresponde a una fusión neta de 75 km3 de hielo al año, que es casi tan grande como la fusión basal total de toda la plataforma de hielo. Aunque la cantidad de hielo que se funde como consecuencia del agua caliente no es mucha en comparación con otras fuentes de agua dulce mundiales, el transporte de calor tiene un gran efecto a nivel local y puede indicar que el glaciar no es estable en el tiempo.
Los investigadores también observaron que grandes cantidades de agua de deshielo fluyen hacia el norte, alejándose del frente del glaciar.
Las variaciones en la salinidad, la temperatura y el contenido de oxígeno indican que la zona bajo el glaciar es un área activa hasta ahora desconocida en la que confluyen y se mezclan diferentes masas de agua, lo que es importante para comprender los procesos de fusión en la base del hielo.
ALERTA POR INESTABILIDAD
Las observaciones muestran que el agua caliente se aproxima por todos los lados a los puntos de pinzamiento, lugares críticos en los que el hielo está conectado al lecho marino y da estabilidad a la plataforma de hielo. El deshielo alrededor de estos puntos de fijación puede provocar la inestabilidad y el retroceso de la plataforma de hielo y, posteriormente, el desprendimiento del glaciar aguas arriba.
El doctor Rob Larter, del British Antarctic Survey, resalta que “este trabajo pone de manifiesto que el modo y el lugar en que el agua cálida incide en el glaciar Thwaites están influidos por la forma del fondo marino y la base de la plataforma de hielo, así como por las propiedades del agua en sí. El éxito de la integración de los nuevos datos del estudio del fondo marino y de las observaciones de las propiedades del agua de las misiones del Ran muestra los beneficios del espíritu multidisciplinar de la Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites”.
Anna Wahlin destaca que “la buena noticia es que ahora, por primera vez, estamos recogiendo los datos necesarios para modelar la dinámica del glaciar de Thwaites. Estos datos nos ayudarán a calcular mejor el deshielo en el futuro. Con la ayuda de la nueva tecnología, podremos mejorar los modelos y reducir la gran incertidumbre que existe ahora en torno a las variaciones globales del nivel del mar”.
Sé el primero en comentar