La NASA lanzó la noche del martes una misión para estrellar deliberadamente una nave espacial contra un asteroide, un ensayo en caso de que la humanidad necesite un día impedir que una roca espacial gigante acabe con la vida en la Tierra.
Retransmitido en directo por la televisión de la NASA, el aparato despegó a las 22 horas locales del martes (06H21 GMT) a bordo de un cohete SpaceX desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California.
Su objetivo es Dimorphos, una “luna” de unos 160 metros (dos estatuas de la libertad) de ancho, que rodea a un asteroide mucho mayor llamado Didymos (780 metros de diámetro). Juntos, forman un sistema que órbita en torno del Sol.
“Hemos recibido nuestras primeras señales de #DARTMission, que continuará desplegando sus paneles solares en las próximas horas y se preparará para su viaje de ida y vuelta de 10 meses al asteroide”, agregó la agencia espacial.
“Lo que estamos tratando de aprender es cómo desviar una amenaza”, dijo el principal científico de la NASA, Thomas Zuburchen, en una teleconferencia con la prensa sobre el proyecto de 330 millones de dólares y el primero de este tipo.
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