Los científicos están considerando la posibilidad de que el aumento de la actividad sísmica en Michoacán pueda ser el precursor del nacimiento de un nuevo volcán.
Hasta la fecha, se presentaron enjambres sísmicos compuestos de 236 micro-terremotos de baja magnitud y seis temblores de magnitud superior a 4 en la zona aledaña a Uruapan entre el 1 de mayo y el 8 de junio.
Los científicos concluyeron que la mayoría de los movimientos de magma detectados eran horizontales en lugar de verticales, por esa razón, el material fundido no ascendería a la superficie.
Los investigadores están tratando de entender si los enjambres de terremotos que se están observando más recientemente significan que algo ha cambiado.
Investigadores de la UNAM dijeron que no existe evidencia concluyente actual de que aparecerá un nuevo volcán.
Sin embargo enfatizaron la necesidad de un monitoreo científico continuo y aconsejaron a las personas de la zona que sigan todas las recomendaciones emitidas por las autoridades de Protección Civil por su seguridad.
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