Tanzania ha llamado la atención del mundo al ser uno de los pocos en rechazar las vacunas contra el coronavirus, argumentando que el país está libre de covid-19, tras no haber registrado nuevos casos durante varios meses.
Una semana después de que Peter (no es su verdadero nombre) llegara a casa del trabajo con tos seca y sin sentido del gusto, lo llevaron al hospital. Murió en cuestión de horas.
No le habían hecho la prueba de covid. Y según el gobierno de Tanzania, que lleva meses sin publicar datos sobre el coronavirus, el país está “libre de covid-19”. En este país hay pocas pruebas y tampoco hay planes para un programa de vacunación.
Aunque las autoridades aseguran que no hay coronavirus, lo cierto es que este país africano está enfrentando una extraña enfermedad que ha matado por lo menos a diez personas. La patología no determinada provocó que los pacientes vomitaran sangre, lo que ha llevado al Gobierno a suspender de empleo y sueldo a la persona responsable del anuncio.
La ministra de Sanidad de Tanzania, Dorothy Gwajika, confirmó que la jefa de los servicios médicos del distrito de Chunya, Felitsa Kisandu, fue suspendida por informar sobre una supuesta epidemia contra la legislación del país.
Kisandu afirmó el sábado que una enfermedad no determinada había dejado diez muertos en la zona, tras las preguntas de un político local sobre si las autoridades eran conscientes de la situación y las medidas puestas en marcha para hacer frente a la misma, según informó el diario tanzano ‘The Citizen’.
Así, Kisandu resaltó que expertos médicos habían iniciado una investigación y habían recabado muestras, al tiempo que manifestó que la mayoría de los afectados eran hombres que presentaron problemas de hígado y ulceraciones, sin dar más detalles sobre los síntomas de la enfermedad.
En respuesta, Gwajima ha recalcado que el anuncio de una epidemia es una prerrogativa del Ministerio de Sanidad y sostuvo que Kisando queda suspendido por sus declaraciones, al tiempo que ha manifestado que se investigará lo sucedido y se decidirá posteriormente qué pasos hay que dar.
Las declaraciones de Kisandu tuvieron lugar en medio de las críticas a la gestión de la pandemia de coronavirus por parte del presidente, John Magufuli, quien ha dicho en varias ocasiones que el país no está afectado por el virus.
Magufuli se pronunció a finales de enero contra la vacunación frente al coronavirus y dijo que “las vacunas son peligrosas”. “Si el hombre blanco fuera capaz de crear vacunas debió haber encontrado una para el sida, para la tuberculosis, para la malaria, para el cáncer”, dijo.
La gestión de la pandemia por parte del Gobierno de Tanzania ha sido criticada en numerosas ocasiones debido a la falta de restricciones y la ausencia de datos oficiales sobre contagios y fallecidos desde principios de mayo de 2020.
Desde junio del año pasado, cuando el presidente John Magufuli declaró el país “libre de covid-19”, él y otros altos funcionarios del gobierno se han burlado de la eficacia de las mascarillas, cuestionado que las pruebas de detección funcionen y se han reído de países vecinos, que han impuesto medidas sanitarias para frenar el virus.
Magufuli también advirtió, sin proporcionar ninguna evidencia, que las vacunas contra la covid-19 podrían ser dañinas y, en cambio, instó a los tanzanos a usar la inhalación de vapor y medicamentos a base de hierbas, ninguno de los cuales ha sido aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como tratamiento, de acuerdo con la BBC.
No está claro por qué el presidente ha expresado tanto escepticismo sobre las vacunas, pero recientemente dijo que los tanzanos no deberían ser utilizados como “conejillos de indias”.
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