Inés Guardiola, abogada del futbolista Dani Alves, ha pedido a la Audiencia de Barcelona que anule la causa por agresión sexual, al concluir que se han vulnerado sus derechos porque fue investigado durante un mes “a sus espaldas” y ha soportado el “juicio paralelo” de la opinión pública.
En el trámite de cuestiones previas que ha dado inicio al juicio, la defensa de Alves, que ha pedido que el futbolista declare en último lugar –el próximo miércoles por la tarde, según lo previsto-, ha centrado sus alegaciones en detallar la retahíla de derechos fundamentales que considera han sido vulnerados en el caso, entre ellos a la presunción de inocencia y a un juicio con todas las garantías.
“Fue una investigación a sus espaldas”, se ha quejado la abogada, que ha resaltado que ello impidió a Alves ejercer su derecho a la defensa y, entre otras cuestiones, someterse a una prueba para acreditar que la noche de los hechos se encontraba bajo los efectos del alcohol.
La abogada ha insistido que en este caso se ha vulnerado la presunción de inocencia de Alves porque ha sido sometido a un “juicio paralelo”, mediante una “campaña mediática” y un “sometimiento tendencioso”, con un goteo “constante e incesante” de informaciones para presentarle como un “agresor sexual”, provocando el “convencimiento social” de que es culpable.
Ese juicio paralelo incluye las presunciones sobre su capacidad financiera, que según la abogada no es tan holgada como proclama la prensa sino que, al contrario, Alves sufre una “ahogada situación económica”: tiene una deuda de medio millón de euros con Hacienda, un embargo de 150.000 y su saldo bancario es de 70.000 euros.
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