Este lunes, Andrés Manuel López Obrador confirmó que el avión presidencial será trasladado a la terminal de Felipe Ángeles y ahí quedará en manos de la empresa Olmeca-Maya-Mexica para que pueda ser puesto en renta y genere recursos.
Esto, reconociendo la imposibilidad que ha encontrado para vender esta nave presidencial que fue adquirida al cierre de sexenio de Felipe Calderón y utilizado por el gobierno de Enrique Peña Nieto. Con la llegada de la 4T, López Obrador se negó a utilizar la lujosa nave y se propuso venderlo, sin embargo, argumenta que debido a su “extravagancia” no se ha podido vender.
“Se va a entregar para que puedan rentarlo y se utilice y no esté sin volar y pueda tener ingresos su renta para pagar su renta y mantenimiento. El avión presidencial estará en Santa Lucía. Estará abierto al público”, explicó durante la conferencia matutina.
El control de la nave quedará en manos de la misma empresa militar de reciente creación que estará a cargo de la administración del nuevo aeropuerto capitalino, así como el de Tulum, entre otras obras.
López Obrador indicó que no descarta venderlo, pero deja ver que no lo ve como la opción más probable: “Si sale alguien interesado se vende, pero no ha habido quien esté interesado. No queremos rematarlo, se tiene que vender al precio de avalúo”.
Se quejó que debido a las especificidades con que fue hecho, resulta muy caro reconfigurarlo como un avión comercial, lo cual requiere 240 asientos, sin embargo, este solo tiene 80 y el resto del espacio tiene otro tipo de equipamiento
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