Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, reconoció “diferencias” con el Gobierno de España por no disculparse por la Conquista, y con empresas españolas, quienes durante los últimos años “se dedicaron a saquear” el territorio mexicano.
Tenemos con el pueblo de España una relación de mucho respeto, fraternal, las diferencias son con el gobierno de España y con la cúpula empresarial española y no generalizó, es con algunos miembros de la cúpula del poder en España”, declaró.
López Obrador solicitó mediante carta en marzo de 2019 que la Casa Real Española se disculpara por los excesos cometidos durante la época colonial, petición que no fue atendida y que incluso el documento fue filtrado a la prensa, lo que ocasionó ataques al Gobierno de México.
“Les planteamos que son tiempo de reconciliación para ver hacia el futuro, no condenando solo el autoritarismo, el robo, el saqueo a México, sino también reconociendo lo que se aportó de España y Europa a nuestra país, en ese tiempo y en otras épocas”, explicó.
Envié una carta de manera respetuosa y no tienen ni siquiera la delicadeza de responderla, la filtran y empiezan los ataques a mi persona y al Gobierno de autoridades, de intelectuales pro monárquicos, Vargas Llosa, la prensa, El País, programas de radio y televisión en España burlándose de nuestra propuesta, con mucha arrogancia. Les faltó humildad, se olvidan de que el poder es humildad”, adujo.
El mandatario mexicano aseveró que el segundo punto de desacuerdo es por los actos de corrupción cometidos presuntamente por empresas españolas durante el periodo neoliberal, a quienes les dejó en claro que el país ya no es tierra de conquista.
Lo otro es que se abuso en el periodo neoliberal y se cometieron actos de corrupción por parte de empresas españolas que nos vieron como tierra de conquista y se dedicaban a saquear y robar, claro que con el apoyo de las autoridades mexicanas”, señaló.
“Tenemos casos como el de Repsol, con contratos jugosísimos, muy buenos para ellos, muy malos para la Hacienda pública de México; el caso de OHL, una empresa constructora preferida por el gobierno. El caso más ofensivo es el Iberdrola, que se convirtió en un monopolio y controla el mercado eléctrico del país” agregó.
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