CIUDAD DE MÉXICO.- La intensa lluvia de este miércoles en la Ciudad de México provocó que el vuelo de Andrés Manuel López Obrador, que despegaría de Huatulco, Oaxaca, se retrasará más de tres horas.
Mientras eso ocurrió, dentro del avión en el que viajaría, el presidente electo habló con los reporteros sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y la problemática del tráfico aéreo.
“Si hace falta resolver el problema de saturación del aeropuerto actual, ya se va a decidir con una consulta, si se hacen dos pistas en el aeropuerto de Santa Lucía o se sigue construyendo el aeropuerto en Texcoco”, comentó el presidente electo desde su vuelo comercial proveniente de Huatulco, Oaxaca.
Además, explicó que de continuar con las obras del NAIM, quedarían finalizadas hasta 2024, es decir al final de su sexenio, por lo que para solucionar de forma inmediata el problema, tendrían que considerarse alternativas como el aeropuerto de Toluca, Cuernavaca o Puebla.
Pese las más de tres horas de retraso del vuelo, AMLO reiteró que esa situación no lo hará cambiar de opinión y que:
“No me voy a subir al avión presidencial, me daría pena, se me caería la cara de vergüenza de subirme a un avión lujoso en un país con tanta pobreza”.
De muy buen humor, el próximo presidente bromeó con los reporteros al afirmar que algunos de ellos “resienten” el cambio, pues estaban acostumbrados a cubrir la fuente presidencial y viajar en aviones privados, “comían bien, vinos y de todo”, dijo el tabasqueño.
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