Día tras día, estos creadores de Playa del Carmen acercan a los turistas sus manufacturas; denuncian la falta de promoción y espacios para la venta
CANCÚN, Q. Roo.- La zona turística de Playa del Carmen no solamente ofrece variedad de gastronomía, hermosas playas públicas y modernos centros nocturnos donde divertirse. Un segmento bastante representativo que muestra parte de la riqueza cultural de la región son nuestros artesanos y sus atractivos trabajos manuales, los cuales, en algunos locales comerciales, son realizados a la vista de los paseantes.
El creativo David Balam es una de las tantas personas que por la noche da vida y colorido a la concurrida Quinta Avenida y es capaz de sorprender a turistas y familias que se toman unos minutos para observar su quehacer cotidiano. Con un soplete, sus manos y barras de vidrio de laboratorio, el artista va dando forma a un sinnúmero de bellas figuras.
“Lo que tiene este trabajo es que su venta no es constante. Así como vendemos bien un día, al otro vendemos poco o nada”
El oficio no le ha permitido terminar con sus apremios económicos, pero le ha dejado satisfacciones personales a lo largo de sus 26 años en la ocupación: “Lo que tiene este trabajo es que su venta no es constante ni tampoco apreciado por todos. Así como vendemos bien un día, al otro vendemos poco o nada. Nunca falta quien se sorprenda o a quien le guste lo que haces, y es con eso con lo que te quedas, no tanto con dinero”.
Balam ha trabajado el vidrio soplado artístico para hoteles, talleres, tiendas y hasta por su cuenta, experiencia que le permite hacer con cierta facilidad palmeras, anillos, peces, flores, mariposas, animales y coloridas figuras de todo tipo que por ahora embellecen los aparadores de la galería Mi Lupita.
Entre las artesanías que más llaman la atención a los paseantes están los adornos colgantes metálicos para interiores de casas o jardines, conocidos entre los locatarios como giradores de viento.
Estas armoniosas figuras nos regalan un extraño efecto visual al ser embestidas por el viento. Al empujarlas con mayor fuerza, giran más rápido y pareciera que permutan sus colores sin cambiar de posición, esto se debe a que están construidas con delgadas laminillas de acero inoxidable y pintadas en sus costados.
“El mes que viene llega turismo canadiense y sudamericano, ellos valoran más este trabajo”
Raúl Sánchez nos platica cual ha sido su suerte vendiendo estas fabulosas formas cortadas de manera especial con una máquina láser: “El mes que viene llega turismo canadiense y sudamericano, ellos valoran más este trabajo; el sudamericano sabe más de esto, por lo tanto compra más. Al europeo y al norteamericano si le sobró dinero al final del viaje, compra algo, pero no son nuestros principales clientes”.
Sondeando con locatarios de la afamada Quinta, coincidieron en que falta promoción y puntos de venta para ellos, como festivales culturales en los que puedan exponer y comercializar las artesanías de la región. Necesitan –dicen– espacios que les permitan ampliar su demanda y no solamente vivir de lo poco que dejan los paseantes que llegan a sus tiendas.
Foto: Francisco Javier Robles
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