La pandemia de coronavirus ha obligado a la iglesia a romper con algunas de sus tradiciones más representativas. Tal es el caso del Domingo de Pascua, el cual será celebrado por televisión.
El año pasado, 70.000 fieles acudieron a la Plaza San Pedro, donde el papa preside normalmente la misa de Pascua, cuando los cristianos celebran la resurrección de Jesús, piedra angular de su fe.
El #DomingoDePascua #Resurreccion del Señor, el #PapaFrancisco celebró la Santa Misa. Dentro de unos instantes,el Santo Padre dirigirá su Mensaje Pascual al mundo. Después del anuncio de la concesión de la indulgencia, el Pontífice imparte la Bendición “Urbi et Orbi”. pic.twitter.com/FgVQW8oqCG
— Vatican News (@vaticannews_es) April 12, 2020
La experiencia también es inédita para el papa argentino de 83 años, que, como todo mortal, ha admitido sentirse algo “enjaulado” y que estas maneras de dirigirse a los fieles le resultan “extrañas”.
“La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra”, dijo Francisco el sábado por la noche en la basílica, asegurando que la resurrección de Cristo es, en este contexto, un “anuncio de esperanza”.
En Acapulco, en el sur de México, se propuso a los fieles una confesión sin salir del automóvil el día de Jueves Santo.
#PapaFrancisco: Que el Resucitado sane las heridas de la humanidad desolada#pasqua2020 #urbietorbi #DomingoDePascua https://t.co/zbPw3RlWjS
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En Manila, una parroquia pidió a los fieles que mandaran fotografías de ellos y sus familias y un millar de imágenes fueron colocadas este domingo en los bancos de la iglesia.
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