TLAXCALA, TLAXCALA.- Con un discurso en el que llamó a las fuerzas políticas a pasar de la reconciliación política a la civilidad democrática, el priista Marco Antonio Mena Rodríguez rindió protesta al cargo de gobernador de Tlaxcala para la gestión 2017-2021.
Ante gobernadores y ex gobernadores, funcionarios y Rosario Robles, el titular de la Sedatu, en representación del Gobierno federal, dijo que por décadas, la clase política se ha peleado y hecho daño por agendas de grupos políticos sin foco en la generalidad de la gente.
La administración que concluyó el también priista, Mariano González Zarur –quien estuvo presente en la toma de protesta–, se distinguió por prácticas represivas y diferencias con grupos políticos principalmente los identificados con el ex gobernador, Héctor Ortiz.
Ante el inicio de un nuevo gobierno, Mena Rodríguez subrayó que más que una reconciliación política, los grupos están en la posibilidad de vivir una civilidad democrática.
Remarcó que las pugnas no han hecho bien a pesar de que la arena democrática está hecha de acuerdos y también conflictos, pero cuando la pugna es el propósito mismo, la misión de la política pierde sentido.
Explicó que los puntos de vista diferentes, las distintas formas de pensar y de ver las cosas son valiosos para convivir.
Aseveró que sus propuestas son deseables y alcanzables, ya que según él, en Tlaxcala existen ya las bases para lograrlo.
Presumió que recibió una administración con buenos indicadores en materia de empleo, desarrollo e inversión, así como cero deuda pública, mismos que mantendrá a través del triángulo de prioridades que regirá su administración, educación, salud y empleo.
Para ello solicitó el respaldo del Presidente Enrique Peña Nieto porque considera que sin su intervención no serían posibles ciertos logros.
Aludió que en la entidad hay complicaciones en la prestación de servicios de salud pese a los vastos programas que existen.
Foto: Agencia Reforma
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