El trabajo de un bombero no es sólo el de apagar fuegos ni el de salvar gatitos como en las películas estadounidenses. En Noruega bien lo saben. Hace unos días el cuerpo de bomberos de Drammen, una pequeña ciudad a las afueras de Oslo tuvo que acudir a un curioso rescate.
Cato Larsen Bernsten, de 20 años, se metió en un baño público con la intención de recuperar el teléfono móvil de un amigo, pero la acción no salió como el pensaba. El joven se quedó atascado en el baño, al más puro estilo Renton en Trainspotting.
“En primer lugar hemos tratado de conseguir el teléfono con un palo, pero no funcionó, así que decidí meterme dentro”, confesó el joven al diario noruego VG. Después de una hora dentro del inodoro, Bernsten aseguró que estaba “entrando en pánico” y que había animales que se arrastraban por su cuerpo.
El joven asegura que no pudo contener ni las náuseas ni los vómitos. Además, el medio destaca que ese baño sólo se limpia una vez al año.
Bernsten se puso en contacto con el cuerpo de bomberos para pedir ayuda y poner fin a su calvario. “Fue una tarea muy sencilla para nosotros, mandamos a cuatro hombres con una motosierra y han conseguido contar una parte del inodoro, que es de plástico, y hemos podido sacar al chico”, afirmó la portavoz de bomberos Tina Brock.
Fuente y foto: El Huffington Post
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