La Secretaría de Salud Federal (SSA) informó que en Quintana Roo se han diagnosticado cinco casos de depresión al día durante los primeros meses del año, lo que representa 51 casos más que los registrados en el primer bimestre del 2021.
De acuerdo a con el informe de la SSA en la entidad se han atendido 297 personas con cuadros depresivos en los hospitales públicos de la entidad hasta la semana epidemiológica nueve, mientras que el año pasado se atendieron 246.
Lo anterior representa un aumento del 20% de este mal, una Enfermedad Neurológica y de Salud que puede derivar, en el más grave de los casos, en suicidio.
De igual forma la Secretaría de Salud señaló que las mujeres son las que más se han visto afectadas con este estado de salud emocional, pues durante este periodo se han atendido a 203 mujeres y 94 hombres.
OJO, estos son los signos y síntomas frecuentes en la depresión
– Tristeza, ansiedad o sentimiento de vacío persistentes.
– Pérdida de interés en actividades que antes producían placer.
– Fatiga o pérdida de energía.
– Pérdida de apetito (pérdida de peso) o aumento del apetito (aumento del peso).
– Problemas para dormir, insomnio, problemas para mantener el sueño o dormir demasiado.
– Pérdida de la expresión emocional (emociones aplanadas).
– Sentimiento de desesperanza, pesimismo, culpa o inutilidad.
– Retraimiento social.
– Pensamientos o ideas suicidas, intentos de suicidio o auto-lesiones.
– Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
– Irritabilidad.
– Problemas físicos persistentes como jaquecas o cefaleas, problemas digestivos, dolor crónico, que no responden al tratamiento.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) define la depresión como una enfermedad que puede afectar a cualquier persona y se manifiesta por cambios en el estado de ánimo, en el comportamiento, en los sentimientos y en la forma de pensar.
“Estado de ánimo abatido, como sentimientos de tristeza, llanto que puede ser espontáneo o sin causa aparente, pérdida de placer o gusto por las cosas que le satisfacían, pensamientos negativos hacia sí mismo, alteraciones del sueño, insomnio o mucho sueño, alteraciones del apetito”, de acuerdo con la información del instituto.
En los casos de depresión grave, las personas piensan que no deben seguir viviendo porque afectan a los demás, que no son capaces de hacer nada, que no valen nada. Por lo tanto, comienzan a planear cómo quitarse la vida.
El tratamiento médico que se indica, principalmente, son los antidepresivos, para la recuperación de las sustancias químicas que el cerebro necesita.
“En caso de notar cambios en la conducta de un familiar o un amigo, (los familiares) deben hacer conciencia de que se padece una enfermedad que es curable”, concluyó.
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