PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO.- Quintana Roo ha sido de los estados más golpeados durante la emergencia sanitaria por Covid-19 respecto al tema del empleo; de enero a junio perdió 104 mil 195 espacios laborales formales, registrados ante el IMSS, lo que no considera al comercio informal.
En el país, la caída del empleo es de 921 mil 583 puestos en lo que va del 2020, de los cuales 73% eran de tipo permanente, de acuerdo con un informe del IMSS.
Por lo menos durante la última década, el estado había sido una fuente “inagotable” de oportunidades laborales para personas provenientes de todos los estados de la República.
“Quien no encuentra trabajo en Quintana Roo es porque no quiere trabajar, porque trabajo hay”, decían.
En 2019, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Quintana Roo se mantenía entre las 10 entidades con mayor generación de empleos formales, con una variación anual al alza de 2.5 por ciento.
En el primer trimestre de 2019, Quintana Roo generó más de 11 mil nuevos empleos formales.
Hasta el año pasado, Cancún se ubicaba en el top de las 10 de las mejores ciudades para trabajar, dio a conocer la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).
De acuerdo con el Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF), los salarios en México han disminuido 20% durante el primer semestre del año. Por otro lado prevé que la generación de empleos podría empezar a repuntar en el segundo semestre de 2021 y remontar a lo largo de 2022.
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en junio, Quintana Roo registró una recuperación de 726 empleos formales y la pérdida de plazas se contuvo un 100 por ciento en relación con el mes anterior.
El sector de la construcción se recuperó en junio con más de 15 mil 400 nuevos empleos.
RESPUESTA ANTE CAÍDA EN EMPLEOS Y REMUNERACIÓN
El deja de percibir un sueldo o una parte de este, así como cerrar un negocio, obligó a millones de “desempleados” a buscar nuevas opciones para generar ingresos, como el incursionar en oficios y cambiar de giro.
Millones de profesionistas han tenido que subemplearse para subsistir. Por otro lado, quienes ya realizaban oficios, si bien no han estado exentos de la afectación, ha sido de los que más han logrado sobrellevar la epidemia.
Ahora no es raro ver a profesionistas convertirse en repartidores de comida, reposteros, choferes particulares, mudanceros, carpinteros, entre otros.
De los más de 100 mil desempleados en Quintana Roo, la mayoría dependientes del turismo, muchos han regresado a sus estados de origen y el resto se emplea en lo que puede.
Los que más se adaptaron, recurrieron a las herramientas tecnológicas como el internet para seguir ofreciendo sus productos y servicios.
El subempleo es ahora un fenómeno común no sólo en Quintana Roo o en México, sino a nivel mundial.
En la calles es notorio también un aumento de la mendicidad y es común ver un mayor número de ambulantes en los cruceros, en donde también se han sumado músicos, artistas urbanos, bailarines, danzantes, entre otros sectores afectados.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) sobre Covid-19 y Mercado Laboral (ECOVID-ML), que se realiza entre la población de 18 años o más usuaria de teléfono correspondiente a abril, de los 32.9 millones de población ocupada, 8.4 millones es trabajadora independiente, de esta, el 41.2% fue afectada por el Covid-19.
Amílcar Israel García Lorenzo, director de Comercio en la Vía Pública del Ayuntamiento de Benito Juárez dio a conocer recientemente que el ambulantaje en Cancún creció 30% y entregaron 90 permisos temporales; una situación similar se vive en Playa del Carmen, donde es evidente el incremento de puestos y vendedores ambulantes en las principales avenidas.
SUBEMPLEO
Trabajadores de empresas y comerciantes independientes afectados por la crisis han visto en aplicaciones como Rappi, Uber Eats y Te Hago el Paro, Playita Express, Pídelo, algunas de reciente ingreso, una oportunidad para generar ingresos.
En entrevista con repartidores de estas plataformas, quienes antes de la epidemia tenía diferentes empleos como en restaurantes, ventas y hotelera, señalan que aunque terminara la crisis, podría seguir en este empleo que les ha dejado buenas ganancias, aunque también expresaron que al ser el reparto a través de aplicaciones móviles una de las opciones de empleo que proliferó durante la emergencia sanitaria, actualmente ya se encuentran saturadas, es decir, ya hay demasiados repartidores para el número de comercios de comida abiertos.
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