Este día el Banco de México (Banxico) elevó la tasa de interés al 7%, lo que representa un cuarto aumento de 50 puntos bases y el octavo incremento consecutivo del objetivo ante la inflación más alta de las últimas dos décadas.
De acuerdo a la información, Banxico indicó que la Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los coques que han afectado a la inflación y sus determinantes, así como el riesgo de que se contaminen las expectativas de mediano y largo plazos, y la formación de precios.
La decisión del aumento se aprobó por mayoría de cuatro de cinco votos, incluyendo el de la gobernadora, Victoria Rodríguez Ceja, mientras que la subgobernadora Irene Espinosa pidió un aumento de 75 puntos base.
El incremento estaba dentro de las expectativas del mercado tras revelarse el lunes que la inflación general subió en abril hasta 7.68 por ciento, su mayor nivel desde enero de 2001, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con este aumento, el organismo autónomo busca la “convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento en el plazo en el que opera la política monetaria, como con un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros”.
“Ante un panorama más complejo para la inflación y sus expectativas, se considerará actuar con mayor contundencia para lograr el objetivo de inflación”, avisó en su comunicado.
El banco central advirtió que las presiones inflacionarias son “mayores a las anticipadas”, por lo que los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se revisaron al alza.
Banxico prevé ahora que la inflación general promedie 6.4 por ciento anual en el último trimestre de 2022 tras la expectativa anterior de 5.5 por ciento.
Mientras que ahora estima que la subyacente promedie 5.9 por ciento al cierre de este año frente a un cálculo previo de 5.2 por ciento.
Como riesgos al alza, la Junta de Gobierno enunció la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados y presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia.
También alertó de mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico, en referencia a la guerra en Ucrania, además de depreciación cambiaria y presiones de costos.
“El balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza y se ha continuado deteriorando”, reconoció.
La Junta de Gobierno señaló que la convergencia a la meta de 3 por ciento de inflación no se alcanzará hasta el primer trimestre de 2024.
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