El líder de la Unión de Propietarios de Restaurantes, Bares y Similares, Joaquín Noh Mayo, confirmó que la mitad de sus 110 agremiados no reiniciarán actividades una vez que así lo permita el Semáforo Epidemiológico Estatal.
Y es que, según dijo, enfrentan un cúmulo de problemas financieros como consecuencia de la alerta sanitaria ocasionada por el COVID-19, por lo que, con el cierre de actividades al menos 300 personas perderán su empleo.
Destacó que, a las pérdidas económicas de los últimos tres meses por la suspensión obligatoria de actividades, se deben sumar los recursos que tendrían que invertir para cumplir con las nuevas disposiciones sanitarias.
Adicionalmente, según dijo, existe cerrazón entre los arrendadores de los locales que utilizan los bares, ya que el pago mensual promedio es de 15 mil pesos y en casi todos los casos están exigiendo pagos completos, a pesar que no han laborado ni registrado ingresos en prácticamente tres meses.
Los dueños de los locales no quisieron llegar a acuerdos, no quieren rebajar nada y pues ahora estarán dejando los locales.
Joaquín Noh Mayo estimó que son aproximadamente 300 personas que perderán su empleo, entre meseros, cajeros, personal de limpieza, seguridad, entre otros, a los que habría que sumar los empleos indirectos.
Puntualizó que no existe ningún apoyo oficial más allá de los 25 mil pesos que otorgó a crédito el gobierno federal y algunos créditos que está empezando a otorgar la Secretaría de Desarrollo Económico estatal, pero que todavía están en proceso.
TE PUEDE INTERESAR: Crecen las denuncias de violencia a adultos mayores durante cuarentena
Sé el primero en comentar