El puerto de Acapulco se mantiene en riesgo de una alerta sanitaria debido al tráfico de camiones cargados de basura en el relleno sanitario municipal, ya que alrededor de 400 vehículos recolectores llevan a diario hasta el tiradero unas siete mil toneladas de la basura que dejó el huracán Otis.
Cabe destacar que en la zona turística de Acapulco, dividida en tres partes (tradicional, dorada y diamante) aún hay basura, pero se nota que esta área es prioritaria; ahí fueron reactivadas las actividades económicas como la venta de comida.
Por otro lado, en la costera de Miguel Alemán, que recorre la zona dorada, aún salen malos olores y merodean moscas; la basura de todo lo que derribaron los vientos está mezclada con la materia orgánica descompuesta por la falta de energía eléctrica, que a decir de los pobladores todavía no se restablece por completo.
Sin embargo, los empresarios, comerciantes y prestadores de servicios turísticos dijeron que reactivarían sus negocios lo más pronto posible, en particular para el próximo periodo vacacional de diciembre.
Por su parte la secretaria de Salud de Guerrero, Aidé Ibarez Castro, admite en entrevista que hay casos de diarreas en el puerto, porque servicios como el agua no están restablecidos en su totalidad, aclara que no hay cólera; en cambio, acepta que hay mil 800 casos de dengue en el estado, de los cuales mil 600 datan de antes del huracán. De los 200 casos recientes, informa que 10 se consideran graves.
Aunque el plan de reconstrucción actualizado hasta el sábado 18 indica, en el rubro de salud, que desde el impacto de Otis Guerrero tiene dos mil 53 casos probables de dengue, 43 de ellos confirmados. “Acapulco de Juárez registra 263 casos probables y 14 confirmados, y Coyuca de Benítez, ocho casos probables sin casos confirmados al momento”, se lee en el concentrado.
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