El martes, Israel llevó a cabo ataques aéreos sorpresa en Gaza, matando a tres comandantes de la Yihad Islámica y a 10 civiles, según informaron funcionarios palestinos. La facción respondió con amenazas de represalias y Egipto, que ha mediado en un cese al fuego en la zona, emitió una censura.
Anticipando un estallido inminente, Israel cerró las carreteras en las ciudades cercanas a Gaza y pidió a los residentes que se mantuvieran cerca de los refugios antiaéreos. Además, el país llamó a algunos reservistas militares y las imágenes en las redes sociales mostraban baterías del interceptor de cohetes Iron Dome transportándose en camiones al frente.
El ministro del gabinete de seguridad israelí, Israel Katz, dijo en una entrevista en la estación de radio 103 FM de Tel Aviv que los líderes de Hamas también podrían ser asesinados para disuadirlos de participar en cualquier escalada.
Mientras que la violencia en Cisjordania y Jerusalén ocupadas por Israel ha aumentado en el último año, los intercambios de disparos a través de la frontera de Gaza también se han intensificado, especialmente tras la muerte la semana pasada de un líder de la Yihad Islámica en huelga de hambre en Israel.
