El ministro de Sanidad de Zimbabue ha confirmado que cerca de 700 niños han muerto como consecuencia del último brote de sarampión en el país. Se está llevando a cabo una campaña de vacunaciones, pero hay grupos religiosos que están contra las vacunas y que están oponiéndose a las vacunas.
El brote de sarampión en Zimbabue se ha cobrado la vida de 698 niños desde que comenzó en abril de 2022, según ha confirmado el ministro este fin de semana. 37 muertes tuvieron lugar en un solo día, el 1 de septiembre y se han registrado 6.291 casos hasta el 4 de septiembre.
Estas últimas cifras multiplican por cuatro el número de muertes anunciadas hace unas dos semanas, cuando el ministro explicaba que habían muerto 157 niños, la mayoría de ellos sin vacunar.
Los más afectados están siendo los niños entre seis meses y 15 años de edad, especialmente los de las sectas religiosas que están en contra de las vacunas. Así lo ha explicado la ministra de Información del país.
UNICEF ha mostrado su preocupación por estas cifras que considera muy preocupantes.
Desde la Asociación de Médicos y Practicantes Odontológicos Privados, se pide que el gobierno considere aplicar órdenes de vacunación para que nadie se pueda negar a ponerle la vacuna a sus hijos contra el sarampión.
El sarampión es una de las enfermedades infecciosas más extendidas en el mundo. Por lo general, se contagia por el aire, al toser, estornudar o por contacto cercano. Los síntomas incluyen fiebre alta, conjuntivitis y erupción cutánea.
Según los científicos, más del 90 por ciento de la población debe estar inmunizada para impedir brotes de la enfermedad. Pero, según UNICEF, en julio de 2022, unos 25 millones de niños no se administraron la vacuna rutinaria contra las enfermedades infantiles más comunes, por lo que consideran esta situación como una “alerta roja”.
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